Luis Fernando Paredes Porras -educador, productor de radio, activista y empresario cultural- el pasado fin de semana ganó el segundo lugar en la categoría de Programa para Niñas y Niños de la Décima Bienal Internacional de Radio, lo que coloca a México en un contexto internacional importante.
El certamen más conspicuo en su tipo, en esta ocasión reunió también producciones de países como: Argentina, España, Brasil, Francia, Alemania, Estados Unidos, Holanda, Portugal y Reino Unido, entre otros.
Sus podcasts de 15 minutos nos revelan la filosofía infantil, qué piensan nuestros niños indígenas sobre la vida y la muerte, a propósito de sus experiencias personales contrastadas con las festividades del Día de Muertos, por ejemplo. Otras veces es el diálogo generacional entre abuelos y nietos que nos convidan de la cultura de la región del Sotavento, del Papaloapan. Mientras avanza en su tarea incansable de sumar Ciudades Comprometidas con la Infancia.
Aunque son muchos los méritos que construyeron la posibilidad del reconocimiento, tal vez su mayor acierto ha sido asirse al contexto teórico que se ubica en las líneas de la Educación Permanente y cobra vida en la propuesta educativa de la Filosofía para Niños, y el placer con que aborda estos temas y ha hecho de ello una vida.
Mi amigo y compañero en Sabersinfin.com, Luis Fernando Paredes, le ha apostado desde hace una década a realizar programas de radio con y para niños en medios alternativos radiofónicos.
Hacer otra lectura de nuestro andar social es el logro de Luis Fernando, ya que propicia una serie de reflexiones en torno la sociedad civil, a la infancia, la educación permanente y al aprovechamiento de las nuevas tecnologías a favor de las personas, aún aquellas que viven donde la electricidad no ha llegado.
Cansado de atestiguar cómo la radio privada de señal abierta le cierra sus puertas a proyectos que considera como no redituables comercialmente por ser culturales, se refugió inicialmente en la producción de podcasts, luego en la radio y televisión por Internet, y más recientemente en la radio indigenista.
Varios aciertos tiene la actividad de Luis Fernando Paredes, entre ellos, su constancia en lo que ha emprendido, el sobreponerse a la adversidad, el llevar la producción radiofónica a diversos rincones y por supuesto la claridad de que él hace radio por placer.
Luis Fernando da por hecho el Principio de Educabilidad en el hombre que sostiene que todos los seres humanos nos formamos en todo momento, desde los primeros instantes de nuestro nacimiento y hasta los últimos de nuestra vida.
Además, como seres en constante y permanente transformación, el proceso formativo no se agota hacia nuestro interior, porque al momento de interactuar incidimos en la formación de los otros, de quienes nos rodean e inclusive de desconocidos.
Valdría la pena dejarse tocar, dejarse educar por los podcasts de Luis Fernando, quien aborda la riquísima realidad cultural de los mexicanos y la paladea de otra manera.
Es en esta navegación -de ir al pasado y al futuro de las historias personales y sociales- como se comprende que todos podemos y tenemos algo que aportar de valor. Precisamente esto es lo que entiende a la perfección Paredes Porras en su serie radiofónica Lindo Pescadito y que ha puesto en práctica en otras más como: Las 1001 Voces, Préstame tu Recuerdo o Toma Cinco.
Así, cobijado por los aciertos y carencias de la radio alternativa, por los marcos teóricos de la Educación y la Comunicación Humana, Luis Fernando se ha insertado en el minimalismo radiofónico, es decir, hace producciones radiofónicas poniendo énfasis en los elementos sustanciales y prescindiendo de elementos que si bien visten el mensaje central, pueden en un momento dado ser superfluos y dispersarnos.
Enhorabuena, Luis Fernando Paredes, ojalá que este premio te abra puertas en otras latitudes del mundo, como ha sido en los últimos años en el sureste mexicano, y que a nosotros nos abras oídos y ojos para ver el mundo desde el diáfano pensamiento de nuestros niños.