Publica Reforma que para la CEPAL es un hecho: países que incrementaron el salario mínimo experimentaron un aumento en las tasas de empleo y formalidad. Tal es el caso de Argentina, Brasil y Uruguay, los cuales, entre 2000 y 2013, tuvieron un alza en el salario mínimo de entre 100 y 200 por ciento, de acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. En tanto, en México el salario mínimo permaneció estancado y, al mismo tiempo, perdió poder adquisitivo a tal grado que, actualmente, es el más débil de América Latina. En Argentina, el fortalecimiento del salario mínimo provocó un aumento de 20 por ciento en el empleo total y de 60 por ciento en el formal. En tanto, en Brasil, el efecto fue de 20 por ciento en el empleo total y 40 por ciento en el formal, de acuerdo con un análisis de Roxana Maurizio, investigadora de la CEPAL. Miguel Reyes, director del Observatorio del Salario Justo, consideró que los incrementos en Uruguay, Brasil y Argentina fueron de la mano con la creación de empleos porque los gobiernos de esos países dieron la posibilidad de que mucha gente que estaba en la informalidad pasara al sector formal. “No sólo se elevó el salario, sino que hubo programas complementarios fiscales que permitían a las empresas ciertas garantías y exenciones fiscales, donde por cada creación de empleo y aumento de salarios se daban compensaciones del Estado”, explicó. |