Llegaron hasta casa Puebla, mojados pero eufóricos. La primera manifestación del sexenio que fijó su objetivo final en la residencial oficial del estado. El mismo sitio en donde despacha y hace vida el mandatario estatal. Los más de 600 participantes a la cadena humana cercaron la residencia y colocaron una cruz de veladoras conmemorativa a la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo y de Delfino Flores Melga, y de cuyo deceso culpan a Rafael Moreno Valle.
Bajo la mirada atenta de agentes de seguridad y personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, los manifestantes caminaron las más de 20 calles y avenidas que separan al corazón simbólico de la ciudad de Casa Puebla, al grito de “Va caer va caer, Moreno Valle va a caer” y “Moreno asesino, que matas a los niños”.
Fue cerca de las 18: 30 horas, cuando la masa humana que se dio cita en la plaza central de la angelópolis, entre activistas, panistas inconformes por el control partidista del gobernador, sindicalistas, defraudados de casas de ahorros, simpatizantes de Morena, miembros del Barzón y ciudadanos sin partido por politizados, comenzaron a organizarse para conformar una cadena humana salpicada de pancartas, para ese momento la lluvia aún no se soltaba.
Ahí, Ana Teresa Aranda, una de las figuras políticas más visibles en la concentración decía: “los que estamos acá estamos conscientes de que nuestra presencia significa el repudio total a la represión de Moreno Valle, y el atropello en el que está viviendo el pueblo de Puebla, atropello porque tenemos un Congreso arrodillado a las ordenes del gobernador que aprueba leyes que lastiman al pueblo, y para prueba ahí está en la Ley Bala y la Ley de Expropiación, que tiene a nuestros compañero y vecino de San Andrés y de San Pedro dando una batalla (contra la plaza de las 7 culturas)”.
“Los poblanos no aceptamos la represión de la policía, no aceptamos al Congreso arrodillado, no aceptamos un gobernador que ha convertido a la administración estatal en un gran holding que se dedica a hacer obra pública pero sólo donde se ve por que al interior del estado no haya nada, y están al triple o al cuádruple del valor real. El gobierno gobierna, los funcionarios funcionan y los servidores deben servir, pero este gobierno, ni gobierna, ni funciona, ni sirve, por eso lo queremos fuera”.
Por su parte, Misraim Hernández, vocero e integrante de Contingente Puebla, señaló que la protesta es también una llamada de atención a todos aquellos que estén pensando en buscar un puesto de elección popular en el proceso que se avecina a que la ciudadanía no está dispuesta a dejarse coartar sus derechos y libertades.
“Y mucho menos para despojarnos, y les pedimos que respeten las propiedades de nuestros compañeros y vecinos de las Cholulas, pedimos que respeten el derechos de las comunidades. Sabemos que no hay permisos, entonces que respeten. Queremos que se transparentes los procesos, este gobierno se ha manejado en total opacidad, y recordemos que Casa Puebla es casa de los poblanos”.
Y esos poblanos sortearon tráfico y la lluvia que comenzó a caer cerca de las 19:30 horas cuando los manifestantes comenzaron la subida al cerro de Loreto. Así, cubiertos con plásticos, sombrillas y sus pancartas llegaron hasta las puertas de la casa de gobierno su protesta para hacer patente su rechazo y de paso expropiar de manera simbólica el inmueble que funciona con recursos públicos, pues es con el dinero de los ciudadanos con los que se paga desde el mantenimiento hasta la manutención de los habitantes sexenales de ese sitio.
Ahí prendieron las velas que no pudieron encender en el camino, ahí trazaron cruces y reclamaron la justicia para los muertos del sexenio, los muertos de la represión, los muertos del morenovallismo.
