En México el poder público federal y estatal está organizado bajo el principio de división de poderes y esta es la base de su organización política que se divide para su ejercicio en tres Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, cada uno de ellos tienen atribuciones y funciones específicas estipuladas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las Constituciones de los estados de la República derivado del Pacto federal que nos constituye como una República democrática, representativa, laica y federal.
La división y el equilibrio de poderes es un elemento indispensable para la democracia, de ahí la determinación “No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación (…)” (Artículo 49 CPEUM); de lo que trata es de evitar la concentración del poder, en una sola persona y lograr una convivencia bajo el respeto innegociable de los derechos y deberes plasmados en nuestras normas.
Para evitar justamente esas concentraciones de poder en una sola persona o grupo, el sistema político mexicano ha desarrollado una serie de acciones que permitan construir las bases para evitarlo: Competitividad electoral a través de distintos partidos políticos; introducción del principio de representación proporcional y su mezcla para la integración de Congresos con aquellos que se postulan por el principio de mayoría relativa, ya que al no haber mayorías absolutas per se, se permite dar valor a cualquiera grupo opositor, obligando la negociación para la toma de acuerdos o decisiones, entre otras, impidiendo la concentración del poder.
Sin embargo también para evitar la parálisis en los gobiernos divididos que esto puede provocar, se han establecidoalgunos incentivos, como incorporarla figura de las coaliciones, que si bien permite la gobernabilidad y el funcionamiento de los gobiernos, también obliga a construir entre ellos, procesos de negociación para la toma de decisiones;todo encaminado al mismo objetivo: construir equilibrios políticos que permitan a un gobierno avanzar pero que funcione democráticamente.
Sin embargo, la posibilidad de que esas coaliciones en el ejercicio del poder, excluyan de los acuerdos y/o negociaciones a quienes quedan fuera de la coalición, con el falso razonamiento de que “los ganadores” no necesitan establecer acuerdos porque cuentan con “mayorías” olvidan, que para la funcionalidad de cualquier gobierno se requiere atender a los diferentes actores y a todas las fuerzas políticas y sociales, ya que de no hacerlo, se está en el supuesto de provocarno solo desequilibrios sociales, sino favorecer la concentración del poder en una sola persona. Peor aún, la falta de consensos en la toma decisiones se encaminatarde o temprano a la ingobernabilidad.
Maquiavelo escribía “Si para conocer la naturaleza de los pueblos es preciso ser príncipe, para conocer la de los principados conviene estar entre el pueblo” (El Príncipe, p.14) de ahí que por disminuida que pareciera la presencia de una fuerza política o grupo social, es necesario atenderla desde la visón de una democracia consensual, no sólo desde una democracia mayoritaria para evitar la “tentación” de construir regímenes autoritarios.
Todavía más, los estudiosos en la materia plantean que la representación política que supone la Democracia,por sí sola es insuficiente para darle vida; se requiere también de la suma de los ciudadanos y ciudadanas para asegurar que esas decisiones que se toman, realmente obedezcan a las demandas, las carencias y las expectativas de los diversos grupos que integran a una sociedad, bien señala Fernando Savater “La política nos es más que el conjunto de razones que tienen los individuos para obedecer o para sublevarse” por ello necesario atender a todos las fuerzas políticas y sociales que actúan y salvaguardar el derecho de los ciudadanos y ciudadanas para participar en la vida pública.
La formación de acuerdos reduce posiciones radicales. La falta de atención a los conflictos reduce la formación de acuerdos y de consensos.
Generar conflictos sociales y no atenderlos derivará sin duda no sólo -en su momento- en la pérdida de esas “mayorías” que permite una coalición; también puede encaminarse hacia una parálisis gubernamental y a la generación de graves problemas sociales.
La pérdida de equilibrios políticos favorece la concentración de poder.La división y el equilibrio de poderes es un elemento indispensable para la democracia.