01-05-2024 06:12:40 PM

Los Hank con Moreno Valle

alpor07ok

Origen es destino. Herederos de la generación Baby Boomers del 2018

El Grupo Atlacomulco en su vertiente financiera tiene proyecto en Puebla.

Hank González —hijo de Carlos Hank Rhon, quien también es amigo y aliado financiero de Rafael Moreno Valle Suárez, papá del gobernador— ha logrado obtener beneficios económicos de los proyectos de Puebla, vía su grupo Hermes.

Interacciones que pertenece a Grupo Hermes de Hank González opera una línea de crédito del gobierno de Puebla por 3 mil 252 millones de pesos con vencimiento al 2033.

Hermes maneja el fideicomiso bancario por 3 mil 800 millones de pesos a cambio del cobro del servicio de agua potable en Puebla por los próximos 30 años.

Hank respalda financieramente a la familia Gutiérrez Cortina, quienes crearon Aguas de México (Concesiones Integrales) para manejar la concesión del Soapap.

Este fideicomiso opera como un Proyecto de Prestación de Servicios con la novedad que el cliente de la empresa privada ya no será el gobierno, sino el usuario final.

El financiamiento se obtendrá directamente de la cobranza del agua al usuario. La concesionaria cobrará por 450 mil tomas de agua que utilizan 2 millones de habitaciones. Negocio redondo.

Adicionalmente, al fideicomiso del Soapap, Hank González logró entrar al proyecto millonario de construcción del segundo piso de la autopista México-Puebla.

Y es que ya cuenta con el visto bueno del presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Rafael Moreno Valle para que OHL se encargue de la obra que costará más de 10 mil millones de pesos en una extensión de 13.5 kilómetros.

OHL ya informó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que la filial en el país que se encargará directamente de los trabajos será Constructora de Proyectos Viales de México, la cual llevaría en consorcio a La Peninsular, empresa del Grupo Hermes, de Hank.

Así le ha hecho OHL en otros proyectos carreteros y de transporte en el Estado de México. Su filial respaldada por Hank y el Grupo Atlacomulco.

Por si fuera poco, la relación personal entre su abuelo Carlos Hank con David Peñaloza (Tribasa) en diversos proyectos en el país se trasladó años después a Puebla.

En el mercado carretero para nadie es un secreto que Pinfra-Opervite, de David Peñaloza, ganadora de la concesión de la red de carreteras en Puebla por 2 mil 500 millones de pesos contó con la complicidad de Peninsular en la licitación y el respaldo en la colocación bursátil por la vía de Interacciones.

Así, el financiero de Los Hank ya tiene candidato para el 2018, además de que parece que invierte para el retorno de los porcentajes de inversión que se requieren apalancar el proyecto Los Pinos.

A Moreno Valle y Peña Nieto los une el Grupo Atlacomulco.

Cuentan que Los Hank están interesados en dos proyectos más en Puebla, donde son especialistas: construcción de museos y operación de transporte tipo Metrobús.

Pero tampoco hay que perder de vista que las privatizaciones poblanas también han beneficiado a otro grupo de interés: el zedillista. Ya le contaré.

ANÉCDOTA DE LOS ABUELOS

El 12 de agosto del 2001, el cronista de El Universal, Miguel Reyes Razo, realizó una amplia entrevista al general Rafael Moreno Valle sobre el profesor Hank, su amigo del alma.

Después de su renuncia al gobierno de Puebla e irse a un largo tratamiento médico que le implicó gastarse buena parte de sus ahorros (casi me arruiné) el general le comenta al periodista:

“El profesor Hank me invitó a comer y a los postres me preguntó, ¿Cómo andas de dinero?

“Pues así, así. En la abundancia no, Carlos.

“Te ruego entonces -dijo y me entregó un portafolios- que aceptes este dinero. No es justo que un hombre como tú pase por estrecheces. Y menos si tienes un amigo como yo.

“Quise protestar. Me rindió. Así me entregó un millón de pesos. Con gallardía, caballerosidad y discreción.

“Y no había pasado mucho tiempo cuando me citó en un restaurante. Comimos, platicamos. Nos despedimos. Y llegaba yo a mi automóvil cuando apresuradamente me detuvo su chofer.

“Es que olvidó usted este portafolio en el restaurante. Y me ordenó el profesor que se lo entregara.

“Enmudecí. Desde lejos mi amigo Hank me sonreía y me agitaba la mano. Aliviaba mis necesidades con OTRO millón de pesos“.

“Y hubo una tercera ocasión. Ésta fue en su casa. Me hizo probar elegantes chamarras. A ver qué tal te sienta alguna y te la obsequio San Rafael (así solía llamar el profesor al general). Y lo hice. Hasta que me quedó una que ni pintada. Ésta Carlos, le dije.

“Con mirada maliciosa me replicó. Creo que ésta te quedará mejor. Y me la entregó. En uno de los bolsillos había OTRO millón de pesos”. ¡Tal era su grandeza!

alportador

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