“El modo más simple de definir un concepto, es definirlo por su contrario. ¿Qué es lo bello?, lo contrario de lo feo. ¿Qué es el mal?, lo contrario del bien. Igualmente a la pregunta ¿Qué es la democracia?, se contesta que es lo contrario o lo opuesto al autoritarismo, a la dictadura, al totalitarismo o similares”.
Bien, pues en virtud de que por vía del autoritarismo demagógico-mediático basado en obras maquillaje, Moreno Valle está perdiendo eficacia en el manipuleo de la percepción social, y además los indicadores oficiales lo tienen reprobado en todo, el contexto indica que se ha percatado de que en tales circunstancias, no tiene con qué para pretender el voto de los mexicanos, en su intentona por lograr la Presidencia de la República.
Pero resulta que desde su naturaleza psíquico-autoritaria cuyo subjetivismo reduce a lacayos a los ciudadanos, ha deducido que no le importa el voto consciente, y que por tanto, en procedimiento totalmente utilitario, sólo necesita la suma de una mayoría de votantes manipulados, captados desde una pluralidad de partidos que lo lancen en candidatura común.
Genial; para él, los mexicanos somos puramente objetos de una manipulación autoritaria que nacimos para no pensar, callar, obedecer, trabajar, generar impuestos, cerrar los ojos a la corrupción y vivir atemorizados de que en uno de sus arranques de ira no resueltos desde la infancia, nos vamos a poner a temblar y a decirle: “Sí señor, sí señor. Lo que usted diga. Usted manda y manda bien”.
Lo insólito e indignante del caso está en que Gustavo Madero, justo el heredero del prócer de la democracia en México, Francisco I. Madero, esté solapando un plan que pretende regresar a México, un siglo atrás y que implicó el sacrificio de miles y miles de mexicanos.
Igualmente indignante resulta en esta conjura autoritaria, la participación de dirigentes como Rafael Micalco Méndez y quienes lo secundan al interior del PAN, por pretender meter como camisa de fuerza las “candidaturas comunes” y así encumbrar a la Presidencia, a quien ni siquiera es capaz de cumplir una palabra comprometida en elección y ante Notario Público:
El “Cumplo mis Compromisos o ME VOY”, le reclama a más de tres años de un gobierno reprobado en todo y sobre todo, el las evidencias e índices históricos de corrupción.
¿Quién le puede creer ahora? Eso no le importa. Por eso intenta llegar a la Presidencia de México con una candidatura pluripartidista en común, que por todos lados le sume votos: todo un pragmatismo inmoral y utilitario que atenta contra los derechos humanos de los ciudadanos.
RECLAMO A LA INCONGRUENCIA DEL PARTIDO QUE LOGRÓ LA ALTERNANCIA
Aunque debe subrayarse que de ninguna manera la intentona presidencial de Moreno Valle tiene allanado el camino (de por medio está la sociedad que ya se organiza y tiene el Estado de Derecho y a su favor los números oficiales reprobatorios que incluyen sendas bases para demandar), procede el reclamo a quienes al interior del PAN se han sometido al autoritarismo regresivo del Gobernador.
Por ello el reclamo a dirigentes y militantes del PAN, tiene en esencia que ver sin duda con el legado para México –en 1999- del Juan Pablo II, cuya influencia universal y espiritual propició el desplome del autoritarismo soviético.
Sí, porque esa visita, ocurrió un año antes de que el Partido Acción Nacional obtuviera en julio de 2000 la tan anhelada alternancia, que hoy defrauda a la sociedad que le confió madurar el cambio a una verdadera democracia, y no el retroceso autoritario que estamos viviendo.
Aunque debe aceptarse que en la competencia democrática todo partido tiene derecho a contender y ganar, en el caso del PAN, las causas de su derrota están vinculadas a incongruencias de fondo: corrupción, tráfico de influencias, oportunismo y mucho más.
Por ello y justo porque este partido es depositario de toda una doctrina política soportada en derechos y principios universales, procede recordarle lo que Juan Pablo II concluyó en ese su encuentro de 1999 con los intelectuales:
“Para concluir, señoras y señores… Que no desfallezca vuestro ánimo en la búsqueda apasionada de la verdad. Que vuestra vocación de servicio al hombre rechace siempre todo aislamiento egoísta que os pueda sustraer a una participación responsable en la vida pública y en la defensa y promoción de los derechos del hombre. Que seáis siempre promotores y mensajeros de una cultura de la vida que haga de México una patria grande donde los antagonismos sean superados, donde la corrupción y el engaño no encuentren espacio, donde el noble ideal de solidaridad entre todos los mexicanos prevalezca sobre la caduca voluntad de dominio”.
