Y, por ende, esta nueva dirección ya fue institucionalizada, ahora con su vinculación al Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y su campaña #YoSíDenuncio.
Dinero y estructura de la universidad, avalada por el gobierno de Rafael Moreno Valle, para fines pasionales.
No ha quedado claro si el CU también acabó aprobando la subcontratación de empresas de seguridad privada, toda vez que se permite ya este esquema que no sólo viola la autonomía de la BUAP, sino que sirve para reclutar personal al vapor, sin ningún tipo de capacitación para desempeñarse como vigilantes.
Este modelo de outsourcing favorece, por cierto, los negocios de Manuel Castañeda, cuñado del rector Alfonso Esparza y de la firma Corporativo del Sureste, representada por Gustavo Eduardo Fernández del Campo.
Anteriormente, y sólo para cubrir los períodos vacacionales, la Dirección de Recursos Humanos de la BUAP aplicaba una serie de exámenes (médico y psicométrico) al personal formante, además de exigirles una carta de antecedentes no penales.
A pesar de que por años cubrieron dichos períodos vacacionales y demostraron honorabilidad y eficiencia en su trabajo, esos más de 300 trabajadores eventuales, fueron sustituidos por estos nuevos elementos, que según sus propias palabras, al momento de firmar su contrato, deben suscribir su renuncia anticipada; además de un documento en el que refieren tener estudios de bachillerato y conocimiento de primeros auxilios, lo que en la mayoría de los casos no es verdad.
Pero, ¿quiénes son los responsables de todo esto? Un ciudadano que se dice de origen alemán de nombre Christian Steger, quien como en tiempos de la Colonia le vendió espejitos al rector Alfonso Esparza y se promueve él mismo como un “experto en seguridad”,pero que al parecer sólo sabe manejar estadísticas, sin embargo, en la práctica ha demostrado una incapacidad enorme para coordinar la seguridad dentro de la BUAP.
Steger fue director de la Cruz Roja y ahora reaparece en la BUAP como licenciado en guaruras, aunque él es sólo el operador, pues detrás de la nueva DASU está ese personaje muy influyente, poderoso, con derecho de picaporte en las áreas de decisión universitaria. Ella manda y ordena.
Se le conoce como “La Sobrina del Rector”.
Ya le daré detalles de cómo llegó hasta ahí la paloma que forma un grupo de gavilanes universitarios. Un nuevo poder fáctico en la BUAP.