De esta manera, se confirma que los poderes fácticos al interior de San Andrés pesan más que la buena relación con el gobierno del estado.
La implícita declaración de guerra se enmarca en medio de una intensa campaña mediática creada y operada desde el gobierno estatal en contra del presidente municipal Leoncio Paisano.
La decisión de pelear los límites no debe ser considerada como sorpresiva.
Desde octubre pasado, el entonces candidato Paisano sostuvo una serie de reuniones con empresarios, líderes sociales y hasta caciques de la zona quienes le habían advertido sobre las consecuencias que podría sufrir en caso de que el congreso emitiera un fallo que perjudicara a San Andrés.
Mientras el congreso “analizaba” el conflicto, en varios negocios, tiendas y lugares públicos se instalaron pancartas que invitaban a los habitantes a cerrar filas en torno al municipio, defender el territorio de sus antepasados y no permitir una afrenta más por parte de la capital.
Hoy, la defensa heróica del municipio se juega en los tribunales, en donde también Paisano se juega la gobernabilidad del municipio conurbado más importante del estado.
A simple vista parecía impensable un acto de rebeldía de esta magnitud en un personaje que en campaña, realizó varias reuniones con el hoy edil de Puebla Tony Gali y en donde se anunciaba que había una absoluta comunidad de objetivos en el asunto limítrofe.
Fotos y declaraciones efusivas, signos de buena voluntad y caras sonrientes, parecen hoy quedar sin efectos ante la insólita determinación.
Todo parece indicar que Leoncio Paisano es rehén de grupos de interés que tienen un peso especifico real en la toma de decisiones políticas, económicas y sociales del municipio y cuyo nivel de influencia en la vida diaria de San Andrés es tal, que romper con ellos sería un auténtico suicidio.
Estos personajes han sido fundamentales para que este municipio se haya convertido en un auténtico bastión del PAN por casi dos décadas.
Apoyan con recursos y movilización a los candidatos del blanquiazul y han mostrado con contundencia lo eficientes que pueden ser.
En su escenario de riesgos, es mejor fracturar la buena relación con Casa Puebla y el municipio vecino, antes de enfrentar peligrosos signos de ingobernabilidad al principio de una administración que estará cuatro años ocho meses en el poder.
Para ellos, lo más importante es “defender el orgullo sanandreseño”.
Así como lo lee.
En el municipio vecino existe una rivalidad histórica con la capital, cuna del centralismo que aseguran los ha afectado de sobremanera e impedido el adecuado desarrollo de su comunidad.
Hay un celo ancestral hacia la capital, sus habitantes y gobiernos, que si bien ha permanecido latente en los habitantes de San Andrés, con el tema limítrofe podría detonarse peligrosamente.
Consideran que en los últimos años su municipio ha alcanzado niveles de desarrollo y crecimiento mayores a los de Puebla.
Que son la zona del estado que con mayor éxito se ha detonado productivamente y la que tiene un mayor potencial en el corto y mediano plazo.
Ya lo ve, es la guerra y habrá cientos de damnificados.