Publica La Jornada que el fraude cometido por Oceanografía a Banamex, que podría alcanzar unos 400 millones de dólares, puso al descubierto deficiencias en la administración de riesgo y problemas que pudieran ser de mayor magnitud a lo que inicialmente se pensó, aseguró ayer la agencia Moody’s al anunciar una baja en la calificación de deuda de la institución bancaria, filial en México de Citi.
Moody’s redujo las calificaciones de depósitos y de deuda de Banamex y colocó en revisión a la baja el indicador de fortaleza financiera del banco.
Al disminuir la evaluación de riesgo crediticio (BCA, por sus siglas en inglés) un escalón, de baa1 a baa2, y colocar su calificación de solidez financiera en revisión a la baja, la calificadora tomó en consideración la incertidumbre en torno al perfil de riesgo de Banamex, que deriva de las investigaciones abiertas por autoridades mexicanas y estadunidenses una vez que la institución bancaria reveló el fraude cometido en su contra por Oceanografía.
El 28 de febrero, Banamex admitió que entregó a Oceanografía, proveedora de servicios navieros a Petróleos Mexicanos, préstamos por 580 millones de dólares, de los cuales al menos 400 millones estaban garantizados con documentos falsos.
Amado Yáñez, dueño de Oceanografía, está sujeto a proceso penal. Mientras, Banamex anunció el 14 de mayo el despido de 11 directivos, a quienes señaló de haber incurrido en omisiones de control en áreas de su responsabilidad, aunque no presentó denuncias por fraude contra ellos.
Las acciones de calificación adoptadas este martes, abundó Moody’s, reflejan la severidad del fraude descubierto en febrero y las posteriores revelaciones en torno a las deficiencias de las funciones de administración de riesgos y auditoría de Banamex que permitieron que ocurriera ese ilícito.
Junto con el despido de personal ejecutivo local de Banamex, esas revelaciones apuntan a que los problemas de administración de riesgo estructural y cultural y de gobierno interno (de Banamex) pudieran ser de mayor magnitud a lo que inicialmente se pensó, y generan preocupaciones en torno a que otras líneas de negocio pudieran ser afectadas también, añadió la calificadora.
Moody’s consideró que existe el riesgo de que acontecimientos negativos adicionales generen nuevos cargos a utilidades o capital, mientras el daño resultante a la reputación del banco pudiera ocasionar la pérdida de negocio y una menor rentabilidad. “La revisión de Moody’s se enfocará en el resultado de las investigaciones que actualmente se llevan a cabo y en evaluar el impacto en la fortaleza intrínseca del banco, incluyendo su perfil de riesgo, marca y percepción de mercado, potencial de negocio, y posicionamiento de mercado, entre otros factores”, subrayó.