Publica Alto Nivel que dentro de la dinámica laboral existen cientos de males que asechan a nuestros colaboradores, perjudicando directamente la calidad de nuestros productos, la reputación de la empresa y, sobre todo, los índices de inversión. Sin embargo, no todos son visibles. Existen males que perjudican a nuestra empresa aun cuando pensamos que todo va bien; uno de ellos es la frustración, ¿sabes cuántos de tus colaboradores la padecen?
La frustración dentro del ambiente laboral no se aleja de la definición que normalmente conocemos, cientos de personas se sienten asfixiadas oansiosas debido a la falta de control y recursos, en un ambiente laboral es lo mismo. “Un colaborador frustrado es aquél que tiene la intención y actitud para dar resultados, realmente lo busca; sin embargo, se enfrenta a una serie de circunstancias que le generan no llegar a sus objetivos”, comenta Rogelio Aguirre, asesor de negocios en el área de Insight de Hay Group México.
Tipos de empleados en las organizaciones
De acuerdo con una investigación de la firma, existen cuatro tipos de empleados en las empresas:
1. El empleado efectivo. Son aquellos trabajadores que cuentan con el compromiso y soporte necesario para realizar su trabajo de manera adecuada y cumplir con sus metas obligadas cada periodo. Según datos de Hay Group, estos trabajadores integran el 56% de la plantilla en las empresas.
2. El empleado frustrado. Estos personajes suelen tener altas dosis de compromiso con la organización, les gusta su trabajo y quieren hacerlo mejor, sin embargo, no cuentan con el soporte necesario para lograrlo. La empresa consultora asegura que forma el 20% de nuestros trabajadores en las organizaciones y tienen solución.
3. El empleado indiferente. ¡Cuidado con ellos! Son personas que pueden estar calificadas, tienen el soporte general para hacer su trabajo, pero, definitivamente, no tienen el compromiso. Si las empresas no identifican a estos personajes, pueden transmitir su energía a otros y generar un mal ambiente laboral. Estos empleados conforman el 13% de las empresas.
4. El empleado inefectivo. Aquí la ineficiencia está en ambos bandos, ni las empresas brindan el soporte necesario ni los trabajadores cuentan con el compromiso requerido. Estas personas forman el 11% de nuestras organizaciones. Empleado frustrado = aumento de rotación
Pero, ¿qué tan malo es un empleado 99% eficiente? Muchos pensarían que el 1% es un porcentaje casi nulo, pero para una empresa, cualquier número importa:
El 1% puede representar…
• En el aeropuerto de la Ciudad de México, el 1% de ineficiencia equivale a 20 mil maletas perdidas POR HORA.
• También equivale a dos aterrizajes FALLIDOS por día.
• En un hospital, el 1% de bajo desempeño equivale a cinco mil cirugías mal ejecutadas por semana.
• Y 200 mil prescripciones incorrectas por año.
¿Sorprendido? En las empresas, una de las principales causas de la frustración son los altos índices de rotación en las filas. Según datos de Hay Group, si no se atiende este mal a tiempo puede aumentar estos índices hasta en un 40%, aparte de generar un mal ambiente laboral, insatisfacción de nuestros clientes, bajo desempeño y pérdidas significativas por año.
En un ejercicio realizado por la consultora, una empresa puede calcular estos daños utilizando la siguiente fórmula Rotación = número de bajas al año / el promedio de personas que trabajan al año en la organización. Si el promedio de bajas suele ser de 700, las empresas podrían tener pérdidas anuales de hasta 21 millones de pesos.
Los elementos de la frustración
Es importante detectar el por qué de la frustración de nuestros trabajadores. De acuerdo con Rogelio Aguirre, existen seis elementos que la componen:
1. Capacitación. ¿En qué estamos fallando? Como empresa es importante ver los intereses de nuestros trabajadores, y a su vez, las necesidades de la organización. Crear métodos de evaluación, que nos permitan obligar a nuestros empleados a remunerar a las empresas con productividad y eficiencia, es un buen ejercicio que permite el “ganar-ganar”.
2. Colaboración. Un buen desempeño de nuestros trabajadores también se mide con las herramientas que les brindamos, es un trabajo en conjunto.
3. Trabajo-estructura-procesos. Si no existe una estructura adecuada, procesos claros y metas medibles, lo más seguro es que nuestros trabajadores no tengan idea cuál es su papel en las empresas. Es importante definir e informar.
4. Gestión de desempeño. Es posible que tengan todos los elementos, pero ¿en realidad sabes cómo se encuentra tus empleados? Evaluar sus desempeños puede darte alertas de lo que está sucediendo.
5. Autoridad y empoderamiento. Capacitar a nuestros líderes es tarea obligada, si tu trabajador cuenta con compromiso y su guía es la incorrecta, puede generar una frustración en su desempeño.
6. Recursos. Puede tener inmensas ganas de trabajar e identificarse con tu empresa, pero si los recursos que se les da son limitados u obsoletos, ¡olvídalo! Esto no funciona así.
La solución a la frustración
De acuerdo con la firma, la solución está en prestar atención a los detalles:
• Genera planes de acción. Para ello es importante contar con los insumos necesarios para lograrlo, la empresa recomienda la realización de una encuesta de clima laboral, esto permitirá tener resultados completos.
• Resultados de investigación cualitativa complementaria. Permite hacer inferencias y explicaciones concretas de las cifras duras.
• Seleccionar áreas de foco en las que decidirá invertir para lo cual deberá cumplir las siguientes características:
1) Las acciones que recomendará serán aplicables en el corto o mediano plazo.
2) Serán sobre temas de importancia estratégica para el negocio de la empresa.
3) Deberá garantizar que, actuando sobre estos focos, se obtendrán resultados concretos.