Pero es lo único. Se desconoce el monto de la concesión, así como el plazo de usufructo.
Las letras chiquitas de la privatización del Soapap fueron documentadas recientemente por Al Portador:
Pero es la hora en que todo se guarda confidencialmente.
Hay dos puntos oscuros.
Agua de México es una empresa que pertenece a la familia Gutiérrez Cortina, magnates de Gutsa, beneficiaria del zedillismo y favorecida por el grupo de Patricia Flores, ex jefa de la presidencia con Felipe Calderón, con la Estela de la Luz, cuyo costo millonario evidencia la corruptela panista.
Paty Flores, defenestrada por el corderismo, se refugió en el maderismo y ha logrado integrarse a la campaña de Rafael Moreno Valle para el 2018. Es su promotora.
El otro punto es que si Agua de México es la concesionaria, por qué la empresa Concesiones Integrales realiza cobros del servicio por cuenta del Soapap.
Y lo más extraño es que la referida firma se constituyó fiscalmente el 23 de diciembre del 2013; es decir, 11 días después del fallo de la ganadora y un día antes de la creación del fideicomiso para la concesión.
Lo del Soapap parece ser la llave para que fluya el proyecto transexenal.
Nada perderían en abrir completamente la concesión del agua en Puebla, pues la empresa ganadora ligada a un grupo político, donde huele a Zedillo, prófugos del calderonismo y morenovallistas, genera mucha suspicacia de cara al 2018.
Y el presidente Peña Nieto alimentando todo.
