07-05-2024 09:19:36 PM

Palomeado por el góber, pero vetado por el PRI

tempestad07

En la estrategia diseñada desde Casa Puebla, el hijo del ex gobernador Melquiades competiría por el distrito número 8 con cabecera en Ciudad Serdán.

Faltaba más.

Se trata, en el papel, de revivir el contundente triunfo que el “priista” obtuvo en el 2009, apoyado por la descarada operación electoral del gobierno estatal encabezado entonces por Mario Marín Torres.

Sin embargo, de ese tiempo a la fecha, las cosas han cambiado de manera radical.

Más allá del visto bueno recibido, el verdadero problema para Fernando será que el priismo avale la propuesta de Moreno Valle.

Varios factores juegan en su contra.

El primero, el de fondo, tiene que ver con los fríos criterios de rentabilidad electoral.

Y es que, en los primeros sondeos y estudios de opinión que descansan en el escritorio de César Camacho, Morales Martínez aparece muy por debajo de los mínimos necesarios para ser considerado como candidato con posibilidades reales, ya no digamos de ganar, sino de ser medianamente competitivo.

Su nivel de conocimiento presenta números aceptables, sin embargo, en términos de credibilidad y confianza, el fracaso es monumental.

Además, en la memoria de los priistas de la zona están todavía frescas las imágenes de Morales Martínez operando en el 2013 a favor de José Germán Jiménez García, candidato de Compromiso Por Puebla a la diputación local por ese distrito y operando la contracampaña para derrotar, por 500 votos, al candidato priista Ramiro González Vieyra.

La estrategia no dio los mismos resultados en la presidencia municipal, en donde, a pesar de las contras, el triunfo fue para el priista Juan Navarro Rodríguez.

La misma lógica siguió Morales Martínez en la federal de 2012, cuando hizo todo lo posible porque fracasara el proyecto político de Ana Isabel Allende Cano, hoy diputada federal por el distrito que tanto anhela Fernando.

Conclusión: no se trata de la figura más popular entre los operadores priistas de la zona.

Por cierto, los tricolores tampoco olvidan los valiosos servicios prestados por el hijo de Melquiades al gobernador Moreno Valle, cuando fungió como líder estatal del tricolor.

Morales Martínez fue la pieza clave en la estrategia de desmantelamiento político del tricolor como partido de oposición en Puebla.

Por ejemplo, cuatro días después de la victoria de Peña Nieto en la presidencial de julio, Fernando tuvo una reunión con estructura, operadores y candidatos ganadores en donde dio la orden expresa de replegarse, dejar por un tiempo el trabajo político para “esperar” el desahogo en tribunales de la impugnación de la elección y en función de eso analizar el escenario político y convocar, luego, a liderazgos y ganadores a realizar una gira de agradecimiento a militantes y simpatizantes.

Así se hizo.

Morales, siguiendo las órdenes del gobernador, mandó “desconectar” al partido y se autoexilió en Miami por espacio de mes y medio.

En este contexto, no fue casual que en el municipio de Puebla, estas acciones de agradecimiento las llevara a cabo, por órdenes directas de Peña, su amigo José Chedraui Budib.

El caso de Puebla fue único.

En otros estados de la República en donde existen gobiernos emanados de partidos políticos diferentes al PRI, el triunfo de Peña sirvió para fortalecer a la militancia y a los simpatizantes tricolores a tal grado que hoy son un auténtico y efectivo contrapeso al poder de esos mandatarios.

Oaxaca, por ejemplo. Aquí, por el contrario, a pesar de haber ganado 12 de los 16 distritos federales locales, el PRI tomó decisiones que jugaron electoralmente en su contra en el proceso local de 2013.

El penoso papel de los legisladores de ese partido en asuntos de importancia radical como el proceso de redistritación, las facilidades para favorecer la conformación de una nueva mega-coalición antipriista con el voto a favor de las ridículas modificaciones a la ley electoral local y la elección del consejo del Instituto Electoral del Estado son algunos ejemplos.

Una “joya” declarativa de Morales Martínez se dio en la coyuntura de la designación de delegados federales para Pueblacuando afirmó que lo más sano para evitar disputas internas entre grupos de priistas es que estas delegaciones  no quedaran en manos de poblanos, para que no existan bloqueos que pudieran afectar el desarrollo de los planes y proyectos prioritarios que operará aquí el gobierno de Peña Nieto.

¿Será por eso que Morales busca desesperadamente el apoyo de su amigo y padrino político Manlio Fabio Beltrones?

El mismo que hasta el momento, en este tema se ha hecho como el Tío Lolo.

latempestad

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