El alcalde de Puebla, José Antonio Gali Fayad, aclaró que el presunto delito de extorsión por el que fue aprendido el líder del Sindicato Unido de Trabajadores del H. Ayuntamiento de Puebla (SUTHAP), Israel Pacheco Velázquez, no se cometió en contra de la comuna sino al interior del organismo gremial.
El alcalde descartó que los empleados sindicalizados del gobierno municipal efectúen paros de labores en días posteriores, y aseguró que los servicios públicos, particularmente el de barrido que desempeñan las denominadas “naranjitas”, están garantizados.
Cabe mencionar que este domingo, empleados adheridos al gremio que dirige Pacheco efectuaron una manifestación para exigir la liberación de su dirigente y anunciaron que las protestas continuarán en los próximos días pero sin paralizar sus labores.
Es necesario recordar que este sábado, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) detuvo a Pacheco Velázquez, por el presunto delito de extorsión, en un operativo en el que intervinieron agentes ministeriales del estado de Veracruz.
Durante entrevista, Gali prefirió no abundar en el tema, al señalar que la información fue proporcionada con anterioridad por la dependencia estatal, sin embargo aclaró que ni él ni el ayuntamiento fueron víctimas de extorsión por parte del dirigente sindical.
Sin emitir más detalles, el alcalde refirió que el presunto ilícito fue cometido por Pacheco en contra de miembros del sindicato.
Trabajadores de limpia incumplen con portar uniformes: Comuna
Más tarde, el ayuntamiento de Puebla informó, a través de un comunicado, que personal de barrido manual incumplió con el uso de los uniformes que hace 10 días fueron proporcionados por la Comuna, en protesta por la detención de Pacheco.
Lo anterior contraviene el artículo 135 de la Ley Federal del Trabajo, referente al correcto uso de los útiles y herramientas proporcionadas por la parte patronal, así como a la prohibición de hacer cualquier clase de propaganda en las horas de trabajo, cita la misiva.
La comuna señaló que los empleados en cuestión denunciaron que fueron obligados a rechazar sus uniformes y a portar playeras con leyendas en respaldo del dirigente sindical.
