28-04-2024 06:40:05 AM

¿Se fractura el núcleo morenovallista?

tempestad12

En el caso del primero, su posible salida se daría después de serios desencuentros con el gobernador a partir de las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación con la revisión de la cuenta pública 2012.

Este tema, que ha sido minimizado de forma obsesiva y reducido a su mínima expresión en el discurso público, caló muy hondo en las relaciones entre el gobernador y su círculo más cercano.

De no poder atender en tiempo y forma las observaciones hechas por el órgano auditor, quedará una mancha imborrable en el expediente de quien quiere dejar la casa impecable en su búsqueda por la presidencia de la República.

Al parecer, el tema de la ASF sería la gota que derramaría un vaso de frialdad que se fue llenando poco a poco a partir de los últimos tres meses del año pasado.

Es más, a muchos llamó la atención el trato de “usted” que ya le da Moya a quien fuera su compañero de clases en la niñez.

En el caso de Maldonado, el hecho de haber quedado atrapado en las pugnas internas de la “burbuja” morenovallista y el natural desgaste que esto conlleva, lo ha orillado a considerar seriamente la oferta hecha hace algún tiempo por sus aliados en el SNTE y el entorno cercano a Elba Esther Gordillo para llegar a la dirigencia nacional del Partido Nueva Alianza (PANAL).

Al parecer, la intención del partido es aprovechar las relaciones de Maldonado con el grupo cercano al presidente Peña y operar desde ahí la política de alianzas que implementarán para competir en la elección federal del 2015 e intentar mantener su registro como partido nacional.

Desde el inicio del sexenio, en lo político, el círculo cercano al gobernador Moreno Valle ha sufrido transformaciones importantes.

Se trata de un muy interesante proceso de depuración que había decantado a los indeseables, puesto en la banca a los mediocres y enfriado completamente a quienes les pusieron la etiqueta de traidores.

La burbuja compacta, la que resistió contra viento y marea aún en los momentos más difíciles se fracturó irremediablemente cuando se alcanzó el tan anhelado objetivo de convertirse en el grupo político dominante en el estado.

Víctimas de sus propios apetitos, de la inevitable autocomplacencia y de las pueriles y estériles luchas por ver quién se coloca mejor en el afecto del tlatoani, buena parte de la tropa morenovallista mostró su verdadero tamaño y entonces se volvió evidente que no daban para generales.

El proceso parece no haber terminado todavía y sigue sujeto a factores como las coyunturas cortoplacistas, las siempre cambiantes filias y fobias, además de los impredecibles humores.

Al no contar con un grupo político propio ya formado y fortalecido, encontrar reemplazos para los que se van no resulta nada fácil.

Las sustituciones y cambios en el gabinete se dan bajo la lógica de los “hombre-orquesta” y de la máxima aquella de que “todos son prescindibles, menos yo” pero siempre había girado en torno a los mismos personajes.

De concretarse la salida de Moya y Maldonado, o de alguno de los dos en particular, el daño podría ser mucho mayor al calculado en el papel.

latempestad

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