Una página de Internet no es suficiente para impulsar las ventas de una pequeña y mediana empresa y dar a conocer sus productos o servicios. Un sitio debe estar respaldado por una estrategia que promocione la marca y que sume más clientes.
El potencial de Internet como canal de ventas es muy alto. Aunque sólo 12% de los usuarios compra productos por esa vía, el nivel de confianza del comprador ha aumentado de 22% a 33%, según datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI).
“Es importante que los sitios de comercio electrónico decidan qué van a vender, a quién se los van a vender y en qué plataforma, si se trata de un sitio o redes sociales”, dijo el vicepresidente de publicidad y marketing de la AMIPCI, Guillermo Augusto Pérezbolde Villarreal.
Es necesario tener claro todo el ciclo de la venta por Internet, desde cómo llegarán los usuarios al sitio, hasta los medios de pago y de envío, señaló Francisco Ceballos, director general de Mercadolibre México, plataforma de compra-venta en línea.
Saber llamar la atención y distinguirse de la competencia es primordial para atraer usuarios al sitio. Y más porque actualmente cualquier persona puede crear su propia página de Internet incluso de forma gratuita y la oferta de productos similares es masiva.
Es importante ofrecer una ventaja competitiva, hacerlo de forma clara y atractiva. “Por ejemplo, aquí tenemos esto 10% más barato o aquí encuentras algo que no encuentras en otro lado”, comentó el especialista de la AMIPCI.
Para Ceballos tener tráfico depende de qué tan bien está armado el sitio. “Para que el usuario llegue al sitio el buscador debe tener claro de qué se trata”, advirtió y agregó: “el título de la página, tiene que ser relevante y coherente, el árbol del sitio y los tags (palabras claves) que se utilicen”.
El experto de AMIPCI recomendó anunciar productos y servicios con imágenes y un texto que describa los detalles como compañía que lo fabricó, precio, principales características, términos y condiciones de venta.
Las imágenes deben de tener un fondo blanco, ser claras, no confundirse con otro producto y mostrar modelos y colores. Es importante presentar varias imágenes porque al comprar un producto normalmente lo quieres ver de distintos ángulos, agregó. Para que los usuarios sepan cuál es el tamaño real del producto, el experto recomendó tomarle una foto junto a una moneda.
Los sitios tampoco deben dejar de ofrecer descuentos ya que el 57% de los mexicanos que compran por Internet lo hacen por algún tipo de oferta, según un estudio de la AMIPCI.
“Las ofertas que más nos gustan a los mexicanos son los descuentos, seguidos por la de de dos productos por uno, o en la compra de un producto, te damos otro gratis”, señaló el ejecutivo de AMIPCI. También tienen buenos resultados los meses sin intereses.
Al publicar el precio del producto se debe dejar claro si el envío implica un costo adicional, comentó Ceballos.
Para que los consumidores confíen en un sitio es importante tener a la vista sellos de confianza como el que otorga la AMIPCI y ofrecer a los clientes diferentes alternativas de contacto como un chat, un teléfono, una dirección, entre otros.
“Si yo sé que mis entregas tardan tres días, dar uno o días más para protegerme, y ofrecer una compensación si no se entrega en ese plazo, eso da mayor confianza al consumidor, precisó Pérezbolde.
Tener políticas de garantía y devolución claras son aspectos que también generan confianza a los usuarios.
Las empresas que utilizan Internet como plataforma de venta deben estar conscientes de que también enfrentan ciertos riesgos. Por ello deben contar con antivirus especializado que proteja sus datos y los de sus clientes. El contratar firmas que hacen transferencias electrónicas de dinero exime a los comercios en línea de varios conflictos porque ya no son las empresas quienes tienen los datos de terceras personas.
Los negocios enfrentan el riesgo de que los clientes digan que su producto no llegó. Por eso es importante que cuando se entregue el producto, el comprador firme de recibido, dijo el ejecutivo de la AMIPCI.
Además puede ser que después de hacer la transacción el consumidor rechace el cargo a su tarjeta de crédito, y el negocio deberá enfrentar el problema con el banco o la firma de pago a través de la cual se haya hecho la transacción.
Fuente: CNNExpansión