Luego de poca conversación y muchos tragos pasaron una noche apasionada de máximo placer y al día siguiente el ricachón le dijo a la humilde muchacha:
– Mijita, estoy muy agradecido contigo, pídeme lo que sea que yo te lo doy -.
Ella dijo:
– Dame una flor-.
El ricachón se conmueve y le pregunta a la muchacha:
– ¿Sólo eso? ¿Cómo la quieres? ¿Una rosa, un clavel? -.
Y la muchacha le contesta:
– No, quiero una Flor Explorer 4 x 4 último modelo, vestiduras en piel…