La tecnología propone una nueva manera de expresar la creatividad, ya que con ayuda de los avances científicos y tecnológicos el ser humano pone a prueba su ingenio para compartir una idea o experiencia, indicó Alberto José Luis Carrillo Canán, académico de
En el curso “Arte, creatividad y tecnología” que se impartió en el marco de la edición número 16 de
“En los últimos 200 años el avance tecnológico ha sido tal que es muy evidente su impacto en la pintura, de tal manera que se han desarrollado relaciones complejas entre estos dos conceptos”. De esta manera, en el curso se abordó un enfoque histórico entre las formas tecnológicas y las maneras de trabajar en las artes plásticas, comentó.
También se discutieron los problemas estéticos que esto implica, ya que la presencia de un determinado conjunto de técnicas, conocimientos y procesos ha impactado la manera de convertir un tema en una experiencia sensorial.
Por ejemplo, la digitalización da la posibilidad de hacer imágenes por computadora, generar movimiento, crear música sintética y otorga la posibilidad de interaccionar. Sin embargo, estos nuevos instrumentos tecnológicos tienen el reto de sensibilizar sensorial y plásticamente al espectador como sucede al mostrar el rugido de un dinosaurio en una película, en este desafío la creatividad sale a relucir y se conjuga con las nuevas tecnologías para crear el efecto deseado.
Por otra parte, Carrillo Canán dijo que la aparición de la cámara fotográfica dejó sin materia a los artistas plásticos cuyo papel es retratar la realidad en forma pictórica y quienes ahora tienen el reto de reflexionar sobre los diferentes procesos estéticos de su trabajo y replantear su manera de ver el mundo.
Este punto se reflexionó durante el curso “Arte, creatividad y tecnología”, donde los asistentes aprendieron y analizaron los movimientos estéticos de la cultura visual contemporánea, entendiendo y asimilando los procesos de creación de imágenes.
Las sesiones fueron impartidas por los doctores Luis Daniel Aguilar, Alberto J.L. Carrillo Canán y May Zindel, docentes de