Aunque América Latina se caracteriza por tener una tasa per cápita de empresarios mayor que otros países y regiones comparables, los números no son tan altos al hablar de innovación. Así lo reveló un informe del Banco Mundial, dado a conocer el jueves en Miami durante un panel patrocinado por el Wall Street Journal y en el que participaron además, cuatro emprendedores de Brasil, Colombia, México y Miami.
Según el estudio, ahora que parece que el entusiasmo con las economías emergentes, incluidas las de varios países latinoamericanos, se ha empañado en los últimos meses, la región tendrá que recurrir a sus propios medios para estimular el crecimiento.
En un contexto en el que el ahorro interno es escaso y la entrada de capitales extranjeros amaina, solamente el aumento de la productividad podrá sostener el crecimiento del ingreso, afirma el informe.
Para estimular la productividad, dice el Banco, hay que establecer un entorno propicio en el que los emprendedores puedan surgir, competir e innovar y eso es lo que no hay.
Para que esto se dé es necesario que aumente la generación de capital humano -la región tiene un déficit de ingenieros que la rezaga de regiones similares-, se mejore la logística e infraestructura, se aumente la competencia y se mejore el entorno contractual, sostiene el informe.
El afán de trabajar solo no genera crecimiento
Según el estudio, prácticamente uno de cada tres trabajadores latinoamericanos es empresario, sin embargo muchos de estos prefieren trabajar solos y no contratar empleados, por lo que muchos continúan siendo muy pequeños, a pesar de décadas de operación.
Para Augusto de la Torre, Economista en Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe y quien presentó el informe, el hecho de que existan tantas empresas pequeñas puede ser el síntoma de un desequilibrio dañino -una escasez de lo que llamamos emprendedores ‘transformacionales’, que son esenciales para la generación de puestos de trabajo de calidad y el aumento de la productividad”.
Para de la Torre la falta de generación de empleos de calidad ocurre incluso en las grandes empresas latinoamericanas, que están creando menos empleo que sus similares de otras regiones.
El informe sostiene que es fundamental plantearse cómo abordar la brecha en el crecimiento de las empresas y sugiere que hay que cambiar el paradigma actual, que enfatiza el apoyo a las empresas pequeñas, por uno que se centre en el respaldo a las empresas jóvenes y de creación, pues son estas las que suelen crecer más rápidamente.
“El problema no es empezar como una empresa pequeña y sino quedarse para siempre así”, dice de la Torre.