La situación de la seguridad en el Estado de Puebla es crítica, si bien la seguridad ha disminuido el número de homicidios en el centro del país, la situación en Puebla es diferente ya que según el INEGI los homicidios han aumentado 23% en los últimos 6 años.
Al ponderar las cifras del centro del país contra las de nuestra entidad, nos damos cuenta de la gravedad de este asunto, ya que mientras hay estados que avanzan con pasos firmes hacia la seguridad, Puebla va de reversa.
Este retroceso puede tiene varias lecturas, la primera es que se está haciendo un trabajo deficiente en la materia a nivel estatal, esto con las cifras en la mano es un hecho innegable.
La segunda es que el mal trabajo es producto de la falta de una estrategia clara y efectiva en materia de seguridad, que revierta los índices negativos y que le de al ciudadano mayor certeza sobre la salvaguarda de su integridad.
La tercera es que a consecuencia de lo anterior, la delincuencia está migrando a nuestro estado al encontrar tierra fértil para el delito.
La incapacidad duele tanto como la negligencia, mientras no se ponga la seguridad y la vida misma de los ciudadanos como prioridad, no habrá el interés de crear las estrategias y acciones adecuadas para combatir efectivamente este problema.
Cuando decimos que Puebla es tierra fértil para la delincuencia nos referimos a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE 2013) en donde Puebla es la quinta entidad más rentable para la delincuencia, incluso sobre estado considerados tradicionalmente como muy inseguros.
No solo ha aumentado el delito, desafortunadamente también ha aumentado la violencia con la que se comenten los mismos. Si comparamos septiembre de este año con el de hace dos años, vemos un incremento del 38% en robos con violencia, según datos publicados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esto quiere decir que los ciudadanos no solo pueden perder sus pertenencias, sino que también pueden ser víctimas de violencia y homicidio.
No se van a resolver los problemas mágicamente por negarlos en los medios de comunicación, todos los días hay ciudadanos que acuden a nosotros como representantes a pedirnos el apoyo por ser víctimas de la delincuencia, y los diputados queremos abonar a una solución real, estamos abiertos a necesidades de este trabajo conjunto, pero el primer paso es que el estado reconozca este problema para darle solución.
