La joya dela corona de sus múltiples yerros la conforman sus declaraciones en donde afirma que por apoyar las reformas del presidente Peña Nieto, el tricolor tendrá una mejor relación con el gobernador Rafael Moreno Valle.
Lo anterior, aunque parezca una inocente prueba de buena voluntad encaminada a olvidar los rencores y enconos generados al calor del proceso electoral, en el lenguaje político está cargado de simbolismo.
La lectura evidente es que por más que vendan independencia y prometan contrapesos reales como partido de oposición es que el mismísimo delegado del CEN del PRI está invitando abiertamente a los priistas que intenten mantenerse vigentes en la política poblana a pactar con el gobernador y ensayar la sumisión como estrategia de supervivencia.
Así de claro.
Es más, la interpretación anterior es tan acertada, que a tan solo cinco días de las declaraciones del delegado, muchos priistas de “pedigree”, con un peso específico real en la vida interna del partido y su toma de decisiones, han buscado con una insistencia atípica a los principales operadores políticos del morenovallismo.
La intención de abrir estos nuevos canales de comunicación es buscar un acercamiento que les permita contemplar la posibilidad de generar condiciones para salir del limbo en el que viven en la política poblana.
Lo interesante del caso es que estos priistas que se sienten “huérfanos” sí han sido recibidos por los miembros del círculo de más confianza del gobernador y tienen ya una propuesta concreta sobre la mesa: si quieren ser tomados en cuenta deberán de abandonar las filas del tricolor y buscar nuevos rumbos en alguno de los partidos que el propio mandatario controla en Puebla.
La baraja es amplia: Compromiso por Puebla, Pacto Social de Integración, Movimiento Ciudadano, PRD, PT y sin el currículum y el peso político del aspirante así lo ameritan, hasta el Partido Acción Nacional.
Sí, la estrategia ideada desde Casa Puebla para la segunda parte del sexenio es desmantelar al PRI, dejarlo morir de inanición y replantear la correlación entre las fuerzas políticas poblanas.
El nivel de desesperación de muchos de quienes buscaron la interlocución con el grupo político del gobernador es tal, que no ven con malos ojos la propuesta y hacen ya maletas en busca de un nuevo derrotero político.
La feria de las traiciones apenas comienza, gracias en parte al flamante delegado.
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