1.- La intolerancia es una actitud de naturaleza muy semejante a la del Dios Jano: tiene dos caras, o dos fases, o dos lenguajes faciales totalmente adversos el uno del otro.
1.1.- Esta forma jánica se presta para admitir o repudiar conductas ajenas a la propia, en nombre de la Ética, de la Moral, de la Educación, de las Buenas Costumbres, de la Dignidad, y a veces hasta en nombre del celebérrimo muy en el pasado Manual de Carreño, que fue la dictadura del ¿cómo usar un tenedor, una copa o una servilleta? en las escasas mesas fastuosas de sociedades ahora inexistentes.
2.- Cuando un miembro de la massmedia se denominaba ” Intolerancia”, surge al instante en los que desde siempre hemos aborrecido determinadas voces como: Orden, disciplina, autoridad, gobierno, represión, fascismo, cesarismo, bonapartismo, Intolerancia, una inquietante duda sobre el porqué del denominativo, toda vez que está clasificado como acción verticalista contraria a la horizontalidad.
2.1.-En este caso concreto la cara de la Intolerancia que Ud. está leyendo, es contra todo aquello que representa el conformismo de una sociedad desinformada, ignara desde el kínder sobre sus derechos y obligaciones, precarizada mentalmente por una tv dedicada al entretenimiento, y alejada de sus responsabilidades solidarias, pues no fue enseñada por nadie que distinguiera la tesis altamente racional “del tú estás bien, yo estoy bien”.
2.2.- Esta “Intolerancia” vela las armas contra la patrimonialización del poder presidencial, encarnado entre nosotros por los delegados federales; contra el del ejecutivo estatal por razones obvias; así mismo no desvela, sino devela, los antros administrativos de todos los ayuntamientos que lo merezcan.
Nuestra casa: Necesario el concreto armado en las vías de nuestra casa, con atarjeas para el drenaje pluvial o sin ellas, algo se ha hecho. ¿Los costos? eso es tarea para escuelas de constructores o empresas solidarias poblanas.