22-11-2024 08:50:44 PM

Cómo conseguir tus metas laborales

En un artículo del portal Alto Nivel, se preguntan: ¿Alguna vez te has preguntado por qué tus metas no se cumplen, qué afecta el camino entre tener una idea exitosa y poder realizarla? Seguramente tu respuesta sería: estoy haciendo algo mal en el proceso, mi idea está mal aterrizada, no tengo el sustento financiero necesario, mi idea carece de innovación; entre muchas otras respuestas posibles. Pero,  qué pensarías si la respuesta fuera: estás hablando de más sobre tus proyectos y metas.

Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York, asegura que decir o hablar sobre los planes y metas que se tienen proyectados, incrementan la posibilidad de que estos no se cumplan. ¿Cómo? Sí, todo está en tu cabeza. En el momento en que compartes con los demás la idea de llevar a cabo tus proyectos y metas personales, tu cerebro crea un ilusión de éxito, lo que produce una satisfacción suficiente como para perder la motivación de tus planes, ésta es una de las teorías.

El estudio está compuesto por varias pruebas sicológicas realizadas en distintas universidades del territorio estadounidense, una de ellas, realizadas por Peter Gollwitzer, de la Universidad de Nueva York, asegura que hablar sobre nuestras metas puede generar experiencias negativas al respecto, dejando una sensación de incapacidad para realizarlas.

Por ejemplo: Tu idea es empezar una maestría en el extranjero en Historia del Arte. Al momento de contar tus planes a tus compañeros o amigos, las respuestas generadas a tu comentario podrían ser: ¿ya viste los trámites?, me dijeron que es muy difícil entrar a la universidad de Barcelona; ¿hablas bien el idioma?, te acostumbrarás a estar lejos de casa y solo.

De acuerdo con esta teoría, hablar de nuestras metas y de cómo vamos a llegar a ellas nos puede hacer sentir más inseguros y más lejos del camino, por lo tanto, la motivación disminuye y las posibilidades de alcanzarla son menores.

¿Cuál es la solución?

Verena Michalski y Andrea E. Seifert, especialistas de la Universidad de Shef?eld, aseguran que la solución a este problema es contar el proyecto a medias o retrasar la satisfacción al hacerlo.

“La vaguedad en tu relato puede ser esencial. Si concretas demasiado estarás creando un símbolo de identidad, lo que reporta una satisfacción prematura a tu cerebro, obteniendo como resultado menos esfuerzo y una mayor conformidad”.

Lo que propone este estudio es contar las metas a medias, en ese momento lo que involuntariamente logras es que la otra persona esté al tanto de tus planes, creando un mayor compromiso de tu parte para que la próxima vez que se vean comentes tus avances. En pocas palabras: “habla menos, haz más”.

Otra de las teorías asegura que hablar y crear una insatisfacción sobre el proyecto aumentará la necesidad de que éste se cumpla. Frases como: el proyecto está, pero se necesita mucha más investigación; aún no tengo bien planteada la solución, me hace falta mucho por hacer, necesito aterrizar mejor mis ideas; pueden ayudarte a crear una insatisfacción que te oriente a realizarlo mucho mejor.

Sin embargo, también existen otras razones por las que las metas no se cumplen. De acuerdo con Aida Baida, especialista en Coaching Personal, debes tomar en cuenta las siguientes posibilidades:

1.      No es lo que realmente quieres

Puedes tener una idea brillante, pero siempre hay que preguntarse si es lo que necesitamos o lo que queremos.

2.      No es el momento adecuado para hacerla

Las ideas puedes surgir en el momento menos preciso: en un asenso, en una inestabilidad económica, en un cambio familiar, etc. Sin embargo, no quiere decir que siempre estaremos buscando el momento adecuado. Solo hay que tomar en cuenta una estabilidad profesional y emocional.

3.      Tienes objetivos poco definidos

Recuerda ser realista y objetivo en tus metas, lograr cambios significativos en tu vida profesional y personal se dan paso a paso, no saltando entre ideas irreales o haciendo las cosas a medias.

4.      Te centras en el resultado y no en el proceso

Para muchos profesionistas esta es una solución a los objetivos, mientras el resultado se alcance, todo está bien. Pero para alcanza metas personales, esa no siempre es la solución. Analiza que los procesos sean los adecuados para llegar a tus metas o ideas.

5.      Subestimas el tiempo y la energía

Todo proceso de cambio o realización de un proyecto necesita tiempo y esfuerzo. En muchas ocasiones, esto es lo que más hace falta. Realiza cronogramas de trabajo que te brinden tiempo de más para realizarlos, también debes estar consciente de que realizarlo involucra mayor esfuerzo de tu parte, no te bloquees ni te auto-sabotees.

6.      Eres demasiado exigente

Está bien ser exigente con nosotros mismos, sin embargo, estar conscientes del fracaso puede ayudarte a evitarlo y, en caso contrario, a que el golpe psicológico sea menor y puedas continuar con tus proyectos. Se realista.

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