1.- En 13 o 14 estados federales hubo elecciones, hace días para designar alcaldes, regidores, síndicos, diputados locales, y un gobernador.
1.1.- Todos los candidatos(as), de todos los “entes de interés público” que eso son los partidos políticos, con mayor o menor intensidad cubrieron los requisitos que hace ya tres lustros enuncian los códigos electorales estatales y el federal por cierto copiados íntegramente de los estatutos partidarios vigentes sin excepción alguna:
R.1.- Militancia activista no menor de diez años en todas las tareas de campo.
R.2.- Cartilla de conciencia social, adquirida bajo puntaje en seminarios, círculos de estudio, talleres creativos de problemas sociales, publicidad, propaganda, oratoria, polémica y debate.
R.3.- Oriundez obligada para ayuntamientos. Requisito: “sine qua non”.
R.4.- Oriundez distrital para diputados locales. Requisito: “sine qua non”.
R.5.- Conocimiento pleno de los problemas sean municipales o distritales, expuesto ante los consejos políticos municipales, distritales, y en el caso del candidato a gobernador ante el Consejo Estatal.
R.6.- Propuestas para solucionarlos, debidamente discutidas con aprobación del pleno de cada consejo.
R.7.- Presentación ante los consejos de las campañas a desarrollar, e incorporación a las mismas de toda la militancia activista bajo su peculio personal.
2.- Atrás quedaron los días, en que antagonistas históricos de derechas o izquierdas, se hacían cómplices para obtener los botines $$$$ que representan aun las alcaldías y las gubernaturas.
3.- Si hubo alguna de estas alianzas temporales, se sujetaron a la ley que los obligó a denunciar los actos de gobierno, donde el programa de acción social de un partido y el otro, se ejecutarían a favor del pueblo.
4.- Como el chapulinismo o “traición al lector”, está debidamente consignado como acto de criminalidad electoral, los candidatos favorecidos con el sufragio son políticos de carrera: Viven para la política, de ella y para ella, no hay lugar para los improvisados; o favorecidos por amores, quereres, o actos nepóticos. Y aun más: “La traición ideológica” se paga con diez años de nueva fidelidad ideológica para poder ir en la nueva formación a un frente electoral.
5.- En la prehistoria nacional de antes del 2013, quedó en desuso la utilización de los recursos económicos, materiales, tecnológicos y humanos, al servicio de los gobiernos de toda laya, para que ganaran sus correligionarios las elecciones, reproduciendo al infinito un modelo degradado por la corrupción nacional.
6.- Todo esto fue obra de los gobiernos priistas, por ello me pregunto: ¿por qué no obtuvimos un triunfo arrollador? ¿Por qué el panismo corruptor que deshizo en doce años a nuestra Patria tan amada para algunos, nos arrebata de la mano a cinco millones de vecinos de varios estados?