La crisis económica en España ha ocasionado índices históricos de parados y fuga de cerebros al resto de Europa y América.
Casi a mediados del siglo XX México dio cobijo a una migración masiva de españoles, esto significó la revolución de nuestro mundo intelectual, científico y económico.
¿La reciente migración española podría representar para México otra ocasión de vigorizar su quehacer científico, cultural y económico?
Haciendo un recuento se calcula que entre 1939 a 1942 con motivo de la Guerra Civil en España, llegaron a México, gracias a la labor de Lázaro Cárdenas y Daniel Cosío Villegas, entre otros; alrededor de 25,000 refugiados, se estima que el 25% fueron intelectuales.
Gracias a la labor intelectual de los migrantes españoles se fundaron en nuestro país instituciones de gran valor como La Casa de España en México, El Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica. La lista de españoles que incidieron positivamente en nuestro desarrollo es amplia: Luis Buñuel, León Felipe, Remedios Varo, Pedro Bosch, Manuel Márquez, Ignacio y Cándido Bolívar, entre otros.
Hace unos días en el artículo Plan B, buscar empleo afuera (abc.es) se da cuenta de la magnitud y orientación del éxodo español: de 2008 a la fecha 400 mil emigrados, los perfiles de emigrantes cada vez son más especializados (informáticos, médicos, biólogos, investigadores, etc.), la tasa de desempleo es de 27% y un paro juvenil de 57%.
Pero la migración española no sólo se refiere a los nacidos en aquél país, también está incluyendo a los extranjeros que cursaron especialidades y decidieron quedarse a residir.
El año pasado el gobierno ecuatoriano lanzó el programa “Ecuador Saludable, vuelvo por ti”, la medida intenta repatriar a 3,000 especialistas formados en España y de paso captar a médicos españoles interesados en plazas de hospitales públicos de aquel país.
En el caso de nuestros compatriotas, de acuerdo al Anuario Estadístico de Extranjería, citado por ElInformador.mx, el año pasado en España vivían “ocho mil 028 mexicanos que no tienen vínculos familiares con españoles, mientras que hay ocho mil 478 mexicanos casados con españoles o con personas de países miembros de la Unión Europea”
Repatriar a mexicanos especializados en España y abrir nuestras puertas a españoles altamente cualificados es una labor de filigrana, si se toma en cuenta que nuestro país tiene su propia fuga de cerebros causada principalmente por la falta de empleos bien remunerados y la ola de violencia desatada por el crimen organizado.
Sería deseable que instituciones públicas y privadas dedicadas a la investigación implementaran programas específicos para el arribo de españoles especialistas en ciertas áreas, como en cuestiones aeroespaciales o en tecnología ecológica de la cual ellos tienen experiencias muy interesantes.
Por otra parte los migrantes calificados están volteando más hacia Brasil por su creciente desarrollo económico y tecnológico de los últimos años.
