05-05-2024 03:16:27 AM

Es culpa nuestra…

pumarinogrande

Seas o no empresario, imagínate la siguiente situación: Necesitas personal para el puesto de Director General de tu empresa (de la cual vives y das de comer a tu familia). Ahora, para ese puesto tan importante sólo cuentas con dos opciones, bueno tres, no más, es todo lo que hay. De entrada ya estás limitado, pero así son las cosas.

pumarinograndeDespués, a esos candidatos, tú, quien los va a contratar, les das una lanota para que hagan una campaña a su favor y te puedan convencer de que son los apropiados para llevar las riendas de tu empresa. Uno de estos prospectos, el dinero que le diste lo gasta (él diría que lo invierte), entre otras cosas inútiles, en saturar de propaganda todo el camino que te lleva de tu casa a tu empresa y de regreso, compra espacios en la estación de radio que escuchas al igual que en el periódico que lees, contrata especialistas en imagen y comunicación para hacerte un coco-wash “profesional”, te invita a un mitin organizado para ti a que pierdas todo tu día escuchándolo, mientras se desquicia a vecinos y a vialidades, pero a cambio de tu valioso tiempo hay chalupas, tortas, refrescos en bolsa y hasta una enfermera por si te da la insolación.

Entonces escuchas las propuestas que tiene pensado implementar si se queda con el puesto vacante, así te enteras que piensa cambiar  los focos fundidos, que arreglará el baño, que te regalaría una computadora, que conseguirá internet gratis, entre otras maravillas. Aunque son absurdas sus propuestas te atreves a preguntarle cómo piensa lograr todo eso que cacarea y no te lo dice, en vez de eso, te saca una lista, mucho más grande que su lista de propuestas, de todas las razones por las cuales no debes de tomar en cuenta a los otros suspirantes al mismo puesto. Pero eso no es todo, tras sacudirte todos los absurdos de este prospecto vas con el segundo y, para tu sorpresa, vives una especie de grotesco deja-vu, pues todo es exactamente lo mismo, sólo cambia de color, pero todo es igual, hasta con el cuarto.

Lo peor de todo es que te das cuenta que algunos de estos tipos que te están pidiendo trabajo ya los habías contratado anteriormente, aún les pagas, y han dejado sus responsabilidad para pedirte otra chamba sin ni siquiera terminar la anterior, también te encuentras con un par de suspirantes habladores siempre fueron políticos con piel de “ciudadano”. Y quieras o no, se va a contratar a uno de ellos, sin mencionar que le vas a tener que firmar la chequera completita y que una vez que ocupe el cargo sólo podrás ser testigo de lo que haga, porque ya ni te va a pelar cuando esté bien instalado, gracias a ti, en uno de los puestos más importante y de mayor responsabilidad que existe en tu empresa.

Todo esto se lee raro, absurdo y hasta ridículo, pero es exactamente lo que sucede en cada elección.

El próximo mes de Julio los poblanos tenemos la responsabilidad de contratar a quien ocupará el puesto de Presidente Municipal así como las diputaciones locales ¿Y cuáles son nuestras opciones? Hasta ahorita no se ven muy claras, es más, ni siquiera se ven aun como tal. Las campañas, por mucho color y diseño que les metan, en lo que a propuestas reales, claras y viables se refiere, están muy descoloridas desde el inicio y no parece que vayan a cambiar.

Lejos de plantear estrategias bien pensadas y estructuradas, cada uno de los candidatos anda pregonando “soluciones” populacheras que no resuelven, de fondo, ningún problema ni necesidad.

Todo parece ser la misma puerca de cada elección, con la única diferencia que ésta está más arreglada y maquillada. En ese sentido nada ha cambiado ni evolucionado, sólo mutado y generalmente las mutaciones nunca resultan buenas.

Empero, esto no es sólo culpa de los Partidos Políticos y de quienes ocupan los puestos de poder, es en mayor parte culpa de nosotros, de los ciudadanos, que por mucho tiempo fuimos los patrones ausentes que no nos atrevimos a encarar nuestra obligación de ejercer nuestro deber, ni nuestro poder….  ¿Eso ha cambiado?… Lamentablemente creo que muy poco, sólo tengan en cuenta que nosotros somos los arquitectos de nuestra propia desventura y mediocridad social, sobre  todo cuando votamos a lo pendejo.

José María Pumarino: Escritor, caricaturistas y empresario. Ceo/Senior Partner  de Bushido.mx

About The Author

Related posts