22-11-2024 10:15:57 AM

Aprendiendo de la Memoria del Mundo en la era digital

ecos06

“Hay empobrecimiento si se pierde

información socialmente útil”

La digitalización en la vida de las personas y de las sociedades cada vez se aproxima más a lo omnipresente, sin embargo, una vez generados los registros digitales surgen interrogantes relacionadas con la efectiva conservación, protección, acceso y potenciación de una parte vital: la Memoria del Mundo. De las interrogantes y respuestas obtenidas en torno a la Memoria del Mundo y los entornos digitales pueden desprenderse saberes diversos útiles individual y colectivamente.

La Memoria del Mundo es una denominación que proviene de una iniciativa (Memory of the World Programme) desarrollada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y se refiere al patrimonio histórico documental más importante de la humanidad.

ecos06Cada dos años un Comité Consultivo Internacional (CCI) se reúne para analizar los nuevos registros que conformarán el listado del Registro de la Memoria del Mundo.

En el repertorio del Registro de la Memoria del Mundo se encuentran presentes los cinco continentes, por ejemplo, el acervo de la Biblioteca Palafoxiana (Puebla, México), el diario de navegación de James Cook (Australia), el Tratado de Tordesillas (España), el archivo sonoro de música tradicional china (China), etc.

La Memoria del Mundo está en constante riesgo a consecuencia de guerras, crisis económicas, falta de programas y políticas públicas específicas. La pérdida, tanto física como virtualmente, de la Memoria del Mundo representa un empobrecimiento incalculable económico y cultural.

La digitalización garantiza la conservación y acercamiento de las sociedades a la  Memoria del Mundo.

En 2012 se efectuó en Vancouver, Columbia Británica, Canadá,  la conferencia internacional “La Memoria del Mundo en la era digital: digitalización y preservación”.

En las conclusiones de la Declaración de Vancouver se asienta la vinculación de la conservación de la información con el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la digitalización como medio para evitar la manipulación y el deterioro, la migración de lo analógico a lo digital, el equilibrio entre accesibilidad y privacidad, la infraestructura para la conservación y la accesibilidad, la necesidad de formación de grupos especializados en gestión de información; y la necesidad de conformar planes nacionales e internacionales que propongan soluciones, acuerdos y políticas para asegurar una accesibilidad y una salvaguardia dignas de confianza.

Independientemente del contexto que da la cualidad a un registro para ser considerado dentro de la Memoria del Mundo, alrededor del planeta se extinguen cada segundo cantidades incalculables de información de carácter personal y colectivo que son huellas y peldaños en la ruta evolutiva del ser humano.

Local y regionalmente hay información que generalmente sólo es contemplada por la legislación civil, pero al no estar dentro de los parámetros de la ley o reglamentación especializada queda desamparada y con altísima posibilidad de que se pierda, principalmente por ignorancia, falta de recursos o apatía.

Imagine usted amigo lector información valiosa recabada o generada por personas de su entorno que se ha perdido en los últimos años: fotografías, apuntes, diálogos, escritos, piezas musicales, poemas, recetas de cocina, etc.

La falta de registro, conservación, difusión y potenciación de información relevante y socialmente útil generada por las personas representa un debilitamiento del tejido social, devalúa los progresos de las comunidades y disminuye la posibilidad de generar riqueza.

Actualmente sitios web como YouTube, Facebook, Goear, Slideshare, etc. son excelentes redes para compartir y preservar información relevante que conforma saberes colectivos e individuales y que no están contemplados en las denominaciones de Memoria del Mundo o patrimonio cultural.

Es deseable que toda persona revise las ponencias, acuerdos, conclusiones y recomendaciones del Programa Memoria del Mundo, reflexione sobre los postulados que sostienen dicho programa y extraiga aplicaciones personales y colectivas que pueden aplicarse a otros contextos.

Es también deseable que los aprendizajes derivados de analizar los acuerdos internacionales suscritos por los diversos países se traduzcan en políticas públicas y marcos jurídicos locales y nacionales, un ejemplo de lo anterior es la adición, hace un par de años, de la fracción XI del artículo 12 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, México, relativa a los saberes colectivos y al patrimonio cultural; reforma de la cual me ocuparé en un futuro.

* (abelpr5@hotmail.com) poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente.

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