1.- He dejado por sentado, que la derrota priista y la de cualquier partido político se gana con tres simples elementos:
a).- Traicionando la voluntad popular.
b).- Imponiendo candidatos en forma arbitraria.
c).- Disponiendo de los recursos $$$ que son para actividades partidarias, en cuestiones personales, y al mismo tiempo violando sistemáticamente las normas de gobierno interno llamadas “estatutos”.
2.- También manifesté que los triunfos se logran en base:
a).- Al respeto de la voluntad de la militancia, buscando la unanimidad en los designados, o aplicando democráticamente el disenso mayoritario.
b).- Al cumplimiento sano y bien intencionado de los recursos $$$, manejados con honradez química.
c).- Acatando al pie de la letra y sin interpretación personal los estatutos partidarios.
3.- En estos momentos el PRI, al decir de decenas de miles de inconformes en los municipios, construye con eficacia e eficiencia su derrota para el 2013, 2016, y 2018, y entrega al líder de la oposición derechista en bandeja de plata: planillas municipales y diputaciones locales.
4.- El mecanismo es muy simple: Los jefes o caciques priistas, han recibido en el pasado reciente servicios en campañas electorales estatales y federales, y como no han recompensado con encargos administrativos o apoyos económicos a sus incondicionales, les premian con candidaturas pierdan o ganen, toda vez que lo importante para los que mandan es demostrar su poder personal mediante las decisiones del CDE del PRI.
5.- Ante tales circunstancias nacidas de la ausencia total de democracia interna, las bases no tendrán más opciones que:
a).- Renunciar para siempre a nuestro partido y olvidarse para siempre de su militancia y activismo en favor de nuestros seguidores que invariablemente pertenecen a los grupos marginados nacionales, a los intelectuales republicanos y a los vendedores de fuerza de trabajo,.
b).- Sin renunciar, incorporarse a otros partidos políticos para que ahí sean candidatos a las alcaldías o diputaciones locales; toda vez que quizás en los próximos procesos electorales algún protector los postule para algún encargo electoral.
6.- Los criterios imposicionistas están dañando al tejido social partidario de tal forma, que ante la masa de electores sin partido ratificamos la impresión que tienen de nosotros, bien ganada por cierto, lo cual evitará que voten por el tricolor o bien se sigan absteniendo de participar en el mercado electoral.
7.- La queja más sobresaliente del priismo de base, es que la mayoría de los postulados mantienen directa o indirectamente una total sumisión al gobernador del estado, el cual pertenece a otro partido político y busca la supremacía para sus fines personales.
Un mecanismo ideal para detener esta burda traición al electorado y a la masa priista, sería la creación de un cuerpo investigatorio que dirimiera cualquier controversia, usando todos los mecanismos nacidos del sentido común para reconstruir nuestros tejidos partidarios y servirle con lealtad a la República, Puebla, y al señor Presidente de la República.
