La inteligencia colectiva es una gran inteligencia que surge de la colaboración de muchos seres de la misma especie. La inteligencia colectiva está presente al menos en cada rincón del planeta y puede resolver los grandes problemas del siglo XXI.
Existe una “inteligencia” en la naturaleza que se automodifica y se manifiesta en todos los ecosistemas.
La biomímesis o biomimética (de bio, vida y mimesis, imitar) es la ciencia que estudia la naturaleza para desprender conocimientos que puedan traducirse en tecnología aplicable a la solución de problemas humanos.
El ser humano es de reciente aparición si lo comparamos con la evolución de otras especies y en general del planeta, por ello la naturaleza nos lleva ventaja en cómo ha desarrollado las condiciones de vida que hoy conocemos.
Hoy los humanos cambiamos nuestro hábitat después de estudiar algunos diseños de la naturaleza, dos pequeños ejemplos: los chalecos antibalas fueron modificados después de estudiar los tejidos elaborados por las arañas; otro, los mecanismos de adhesión a superficies mojadas del mejillón azul está revolucionando nuestra industria de pegamentos.
A partir de responder la pregunta: ¿Qué podemos aprender de este organismo?; en la década pasada se inició la conformación de la Enciclopedia de la Vida (AskNature.org), la cual es el proyecto más ambicioso de compilación de saberes derivados de investigaciones biomiméticas.
En código abierto pueden consultarse gratuitamente en la Enciclopedia de la Vida 3,8 mil millones de años de diseños brillantes, en esa plataforma investigadores de diversas áreas comparten sus descubrimientos evidenciando la “inteligencia” de la naturaleza para resolver problemas y por otra parte, este proyecto, es uno más que evidencia la capacidad humana para compartir libremente lo que sabemos.
Por otra parte, desde hace algunas décadas con motivo de los trabajos etológicos de Konrad Lorenz, Karl R. von Frisch, Nikolaas Tinbergen y Sir David Attenborough entendimos cómo los comportamientos colectivos permiten la optimización y potenciación energética para fines de conservación y evolución de diferentes especies animales.
Recientemente las investigaciones de Adi Shklars y Gil Ariel han permitido comprender las formas colectivas complejas de las bacterias para desplazarse, alimentarse, reproducirse y defenderse.
Los comportamientos inteligentes colectivos hallados en la naturaleza también pueden encontrarse en los seres humanos.
Tras largos años de investigación, y después de recorrer civilizaciones en peligro de extinción de todo el mundo, el antropólogo Wade Davis ha documentado y sistematizado saberes colectivos que no pueden atribuirse a ninguna persona en particular, pero sí a una región y grupo étnico específico.
Wade Davis ha visibilizado el mundo vivo de la etnósfera y cómo cada pueblo interactúa en ese gran campo invisible que envuelve a la Tierra: “La etnósfera podría definirse como la suma total de todos los pensamientos, sueños, mitos, ideas, inspiraciones e intuiciones que han cobrado forma gracias a la imaginación humana desde el principio de su conciencia. La etnósfera es el gran legado de la humanidad, el símbolo de todo lo que somos y lo que podemos ser como especie sumamente curiosa”. (TED. Febrero 2008)
Al tejido invisible de la etnósfera añadiré que los aportes tecnológicos han evidenciado realidades de la inteligencia colectiva humana en manifestaciones impensables hasta hace poco.
Nicholas Christakis y James Fowler exponen para Technology, Entertainment, Design (TED. Jun/2010) que las redes sociales humanas pueden usarse para detectar con mayor rapidez epidemias, ideas innovadoras, comportamientos arriesgados o virus como el H1N1.
El planteamiento de Christakis y James Fowler se sostiene en una intrincada red de fórmulas matemáticas y teorías sociales.
En el mundo del arte Eric Whitacre ha sorprendido al mundo con sus coros internacionales sincrónicos y asincrónicos. Whitacre ha usado Youtube para distribuir en forma libre letras y su música para que interesados de todo el mundo video graben pequeñas participaciones, posteriormente son ensambladas y con ello se obtienen interpretaciones impensables.
Hoy Eric Whitacre ha presentado su cuarta versión de coro virtual con cantantes interconectados en vivo de más cien países y participantes in situ.
La inteligencia colectiva se manifiesta en proyectos que han revolucionado el mundo, hoy no podemos ver el mundo sin los aportes de Wikipedia, Youtube, Google, etc.
La humanidad hoy enfrenta problemas graves de hambre, injusticia, conflictos bélicos internacionales y ecocidios.
Podemos encontrar soluciones a los problemas mundiales consultando la inteligencia colectiva global, ya hay avances en este sentido. A continuación enlisto investigadores y proyectos que dan luz al respecto:
La nueva economía de código abierto expuesta por Yochai Benkler. Propuesta consistente en retomar las características colaborativas de Youtube y Linux para aplicarlas a la economía.
Las investigaciones de Jay Bradner compartidas libremente a la comunidad internacional sobre cáncer.
La difusión de planos de maquinaria agrícola fabricada a bajo costo por los agricultores; este proyecto emprendido por Marcin Jakubowski tiene por fin el desarrollo de aldeas autosustentables.
La construcción masiva de vivienda a bajo costo a partir de diseños colaborativos coordinados por Cameron Sinclair.
La publicación de videos para el aprendizaje de Matemáticas que han dado origen a la Academia Khan. Proyecto coordinado por Salman Khan.
La conformación de una red internacional de denuncia que ha provocado el enjuiciamiento de ex funcionarios públicos y ejecutivos de empresas transnacionales. Proyecto agrupado en torno a Wikileaks y coordinado por Julian Assange.
La inteligencia colectiva siempre nos ha acompañado, hoy contamos con el desarrollo tecnológico para potenciar sus efectos y transformar la realidad. Los viejos problemas tienen nuevas soluciones.
*Abel Pérez Rojas (México, 1970) poeta, escritor, educador, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com.