Inicia el mes de las niñas y los niños y con ello vale poner énfasis en algunas de las condiciones indispensables para su desarrollo, que repercute sin duda en el desarrollo presente y futuro del país.
UNICEF-México ha señalado que los primeros años de vida, son cruciales en el desarrollo y aprendizaje de los niños y las niñas y tienen un importante impacto en la vida adulta.
Incluso Javier Álvarez, representante de UNICEF en México, recientemente comentaba que “Si en los primeros años de vida los niños y las niñas tienen lo necesario para crecer sanos en todos los aspectos, desarrollarán capacidades verbales y de aprendizaje, asistirán a las escuelas y llevarán un vida productiva y gratificante”.
Y ahí justamente entra la intervención de Estado como garante de los derechos de l@s niñ@s, por supuesto, junto con las familias; y esto, nos lleva a recordar la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) primer instrumento internacional jurídicamente vinculante a partir del cual, el mundo reconoce que los niños y las niñas también tienen derechos humanos: A ser registrados cuando nacen, a recibir atención de su salud, una buena alimentación, educación y protección contra las lesiones, el maltrato y la discriminación, obligando a los gobiernos y a los padres o tutores a asegurar que estos derechos se respeten, se protejan y se pongan en práctica.
En México la Constitución General de la República señala que, para su desarrollo integral, los niños y las niñas tienen derecho, entre otros, a satisfacer sus necesidades de alimentación y salud; y, la Ley para la Protección de los Derechos de las Niñas y los Niños y Adolescentes garantiza su derecho intrínseco a la vida en condiciones que permitan su sano y armonioso crecimiento físico, mental, material y social (artículo 15)
La realidad de los niños y niños en México está todavía lejana de considerar el cumplimiento de los derechos antes referidos.
Hagamos un repaso para hacer visibles algunos datos referidos dentro del grupo de los derechos, clasificados en el ámbito de la sobrevivencia donde se encuentran los derechos a la salud, a la protección social y a una vida digna, dados a conocer por UNICEF-México.
Salud materna e Infantil: La salud y la supervivencia de las madres y de sus recién nacidos están estrechamente vinculadas y cuando se salva la vida de las madres, benefician a sus recién nacidos.
Si bien en México desde 1990 fue disminuyendo la mortalidad materna de 89 a 48 en 2012 por cada 100 mil nacidos vivos; por el incremento sufrido en el 2009 que llegó a 64.5 y en algunos estados de la República a 129.5 por cada 100 mil nacidos vivos; es poco probable que el país pueda cumplir con la meta fijada en los Objetivos del Milenio que señala 22 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
Si bien en términos generales México tiene avances en reducir la mortalidad infantil en 2010 la Secretaría de Salud estimó una tasa de 16.8 por cada 1,000 nacimientos; al hacer un análisis a nivel estatal, resaltan las grandes disparidades que persisten en el país, estados como Coahuila, Hidalgo y Oaxaca registran tasas de 19.5, 20 y 17.9, respectivamente. A ello sumamos que en siete entidades se presentaron más de la mitad de muertes maternas: Estado de México, Veracruz, Chiapas, Distrito Federal, Puebla y Oaxaca que concentran la mayor proporción de habitantes del país.
En materia de Nutrición, aún cuando la situación nutricional de niños y niñas menores de 5 años ha tenido avances considerables e las dos últimas décadas en México; de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2006) la prevalencia de desnutrición crónica afecta a 1.1 millones de niños y niñas menores de 5 años, lo que refleja también desigualdad.
México es considerado un país de baja prevalencia de VIH-SIDA, acumulados al 2010 el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH-SIDA reporta 144, 127 casos de menores de 15 años, el 2.3% del total; en 2010 se registraron 58 nuevos casos de SIDA perinatal.
Datos lamentables se presentan en lo que corresponde a su derecho a una vida digna: En el 2010 el 53.7% de niños y niñas de 0 a 17 años viven en condiciones de pobreza multidimensional; en zonas rurales el porcentaje se eleva a 70.7% y en zonas urbanas 74.5%.
El porcentaje de niños y niñas de 0 a 17 años que viven en condiciones de pobreza alimentaria es de 26.5% lo que representa 10.5 millones; sin embargo dentro de grupo de niños y niñas que hablan lengua indígena la pobreza alimentaria asciende a 69.5%. 1.1 millones de niños y niñas indígenas. Si hablamos de pobreza patrimonial el 63.4% de niños y niñas a nivel nacional la presentan.
En 2010 en México había 31.7% de niños y niñas sin acceso a la protección, ni a la seguridad social; pero en estados como Chiapas, Guerrero y Puebla se eleva a cerca del 50%. El número de derechohabientes del Seguro Popular o Para una Nueva Generación entre niños y niñas de 1 a 4 años en 2010 fue de 3.3 millones.
Como vemos en este grupo de los derechos, clasificados dentro del ámbito de la sobrevivencia todavía hay muchos retos que deben ser abordados por los gobiernos, para que justamente los niños y las niñas tengan las condiciones indispensables para su desarrollo, sobre todo durante los primeros años de la vida en los que la sobrevivencia puede estar en riesgo.