Ante los gastos realizados por las familias mexicanas en las pasadas fiestas decembrinas, ahora se encuentran en una situación financiera difícil, por lo que tendrán que buscar otras formas para hacer frente a la llamada “cuesta de enero” y equilibrar sus finanzas.
Tras el anuncio del gobierno de nuevos incrementos en los precios de algunos servicios públicos, los mexicanos tendrán que “apretarse el cinturón”, y reducir los gastos en el hogar para poder salir adelante en el 2013.
Si el aumento en los impuestos y la canasta básicas sirvieran para mejorar la calidad de vida de las personas no habría protestas, lo malo es que el pueblo no lo ve así.
Sergio Cervantes Rodiles, presidente de la Cámara Nacional de la Industrial de la Transformación (Canacintra), dijo que el momento se tiene programado que sigan como hasta ahora los precios, pero dependerá de los insumos y servicios, como el de los energéticos, por eso urgen la reforma en la materia.
Antonio Arias Ordóñez, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), se pronunció por no incrementar los precios al consumidor final, pero coincidió con el dirigente de Canacintra en que todo queda sujeto a lo que suceda con los commodities, que son su materia prima básica.
