Los diputados Lauro Sánchez López, presidente de la Comisión de Hacienda; y Mario Riestra Piña, coordinador de la bancada panista; coincidieron en rechazar que la ineficiencia morenovallista haya costado 180 millones de pesos a los poblanos toda vez que al iniciar la presente gestión estatal se anunció un ahorro de 250 millones por la separación de Secretarías, pero con la nueva reintegración se presumió un ahorro de 70 millones.
Al respecto el priista Lauro Sánchez refirió que no hubo pérdidas porque el cálculo de ahorro fue anual, y como esta por terminar este 2012, seguramente los beneficios ya se aplicaron.
Sin embargo adviritó que el ajuste administrativo debe representar necesariamente un recorte de personal pues de otra manera no tendría sentido el proyecto.
Por su parte el panista Mario Riestra Piña consideró que como los objetivos son diferentes no se puede comparar el ahorro que se buscaba en los primeros años con los que se pretenden para la mitad del sexenio.
“La reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública que se realizó hace menos de dos años fue mucho más amplia, diferente, e hizo imposible la comparación respecto a los montos (…) Como partido vemos con buenos ojos los objetivos del primer año, son diferentes a los del tercero. Se fortalecen algunos aspectos en Puebla y estas nuevas prioridades requieren reducción del gasto, realinear los objetivos y llevar a cabo una reestructura administrativa”, explicó.
Por su parte el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Edgar Salomón Escorza, dejó en evidencia que no tiene ni idea de lo que significa la reestructuración de dependencias y pidió tiempo para conocer más a detalle el proceso y poder responder.