Pero, al parecer el PAN cedió en el Senado para dejar fuera el punto de transparencia sindical, y mejor prepararse para lo que será la máxima negociación: la reforma fiscal, que entre otros aspectos podría ser la modificación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), subirlo y eliminar la tasa cero para medicinas y alimentos.
Lograr una reforma fiscal a fondo, con el apoyo mayoritario de las bancadas será fundamental para el nuevo gobierno, aunque ello no agrade a los millones de contribuyentes, sobre todo a los que menos ganan.
Mientras tanto, en el Congreso de la Unión al no modificar el rubro de sindicatos en la Ley Federal del Trabajo, puede ser una salida temporal para que se entre de lleno a lo que más interesa al próximo gobierno: los recursos para llevar a cabo todos los programas que tiene contemplado con tal de reactivar la economía mexicana, alentar inversiones y generar empleo.
Concretar una reforma fiscal a fondo, será la base para la estrategia gubernamental, y para ello debe evitar cualquier tipo de enfrentamiento, primero con el empresariado, y segundo con los sindicatos, de tal forma que la medidas puedan aplicarse con el mayor respaldo posible, aunque sean duras y no del agrado de todos.
A partir de ello, puede entenderse el desplegado que el pasado jueves publicaron los organismos empresariales del país, en el que demandaron a los senadores aprobar la reforma tal cual la habían pasado los diputados, y no mencionaran nada de la transparencia sindical, por lo menos que advirtieran que no se olvidan del tema pero que se discutiera después.
Eso sí, el empresariado señaló en el desplegado que la reforma les significará “costos y cargas adicionales”, pero para nada mencionan que ello será con el trabajo de su personal.
En diversas ocasiones, trabajadores han demandado conocer sus contratos, o han denunciado a sus dirigentes por carecer del apoyo de la base u otras anomalías que hacen suponer la existencia de acuerdos obscuros entre sus dirigentes y empresarios.
En empresas de autopartes, textileras o industrias diversas, sólo por mencionar algunos, son frecuentes las denuncias, que en su mayoría quedan en el limbo porque no se pueden comprobar fehacientemente o bien porque los inconformes al final son despedidos de la empresa.
Pero todo ello fue hecho a un lado por lo empresarios, además que ni se acordaron de la falta de transparencia en el SNTE, al que tanto han señalado como el obstáculo para el avance de la educación en el país, mejor hicieron mutis.
Ante tal panorama, es posible que una vez superada la reforma laboral, podría verse una nueva alianza ahora entre PAN y PRI (Javier Lozano incluido) para sacar la reforma fiscal, y enfrentar -seguramente- al PRD y aliados.