El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), difundido la semana pasada, ubica al estado de Puebla como la séptima economía del país al haber registrado un crecimiento del 7.1 por ciento durante el primer trimestre de 2012.
Sin embargo, el crecimiento de ese primer trimestre fue mucho menor al registrado en 2011 que fue del 8.7 por ciento.
Para el periodo enero-marzo de 2012, el sector industrial de Puebla creció 10.8 por ciento; la actividad comercial lo hizo en 5.3, y la actividad agropecuaria cayó -1.4 por ciento.
Cabe destacar que, el crecimiento del primer trimestre del año fue considerable, después que en el último trimestre de 2011 apenas aumentó 2.6 por ciento.
Tal como se observa en el cuadro adjunto la posición de Querétaro es mucho mejor que la de Puebla; puede afirmarse que hay un crecimiento más equilibrado en la entidad del bajío, con todo que Puebla sea la cuarta ciudad más grande del país.
Aún más, Querétaro es más constante porque en el último trimestre de 2011 creció 8.0 por ciento, y en el primer trimestre de 2011 lo hizo en 7.9 por ciento
En tal caso, durante todo 2011 la economía de Puebla creció 5.8 por ciento, mientras que la de Querétaro lo hizo en 8.1 por ciento.
Está visto que la política económica de la entidad queretana abarca todos los aspectos, aun cuando pueda privilegiar la actividad industrial (actividad secundaria), presta igual atención puede sabe que uno depende del otro.
Situación totalmente contraria se vive en territorio poblano. Es cierto que dicha situación data desde hace varias décadas, de ahí que la entidad sea la tercera o cuarta con mayor marginación.
Pero definitivamente, el potencial económico no se refleja en el bienestar de los poblanos
El actual gobierno ha privilegiado la inversión en carreteras, y de esa forma impulsar el desarrollo.
Sin embargo, durante el año y medio que lleva esta administración poco ha hecho en cuanto a inversiones productivas. La poca inversión extranjera que llegó el año pasado estaba ya concertada desde mucho antes del arribo de los nuevos funcionarios.
La inversión y producción del sector industrial ha sido con base en los planes de las propias empresas, sobre todo las extranjeras, y obviamente por la actividad que lleva el sector automotriz, con la planta tractora Volkswagen.
No hay una actividad relevante por parte del sector público para impulsar el sector industrial; los programas financieros no se aplican, como podría ser Pymexporta, Pymes o capital semilla. Los pocos recursos disponibles han sido de la federación, pero sin la participación estatal poco se puede hacer al respecto.
Mientras que el sector primario (actividades agropecuarias) fue prácticamente marginado de todo. Ni siquiera el “famoso” programa de los mototractores (que poco o nada beneficia a los campesinos), no hubo ningún tipo de apoyo estatal. Los Programas Producto y la capacitación en diversas áreas fueron impulsados por la federación, no por el estado.
Investigadores, varios industriales y campesinos no identifican la política económico-industrial del estado, después de año y medio de estar en funciones la actual administración.
En tales circunstancias, veremos a Querétaro delante de Puebla en esta carrera por ser una de las principales cinco economías del país.
