El formato establecido para este ejercicio frena cualquier posibilidad de un verdadero debate, discusión de ideas.
Después de ver los debates entre los aspirantes a jefe del Gobierno del DF (domingo 27), y de los aspirantes al Senado por Oaxaca (lunes 29), me queda claro que los abanderados partidistas van con ganas de todo, menos de debatir.
Es un mero trámite para que los candidatos expongan algunas propuestas, o “aprovechen” la ocasión para hacer algunos señalamientos sólo para el morbo.
El debate del domingo para jefe de Gobierno DF, se realizó porque así lo establece la ley electoral.
El de Oaxaca, el lunes, no es por ley pero sí lo organizó el Consejo Local del Instituto Federal Electoral (IFE), y lo transmitió el canal local del gobierno del estado.
Acá en Puebla, el encuentro lo organiza el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y con el apoyo del gobierno para su transmisión por radio y televisión.
Tres de los aspirantes poblanos, igual que los oaxaqueños, son ex priistas, se conocen bien sus filias y fobias, pero de ahí a que vayan a debatir ideas es esperar mucho.
En fin, veremos y escucharemos.
Manifestación estudiantil
A propósito de debates y encuentros, el colectivo estudiantil ·#YoSoy132 deberá tomar forma y manejar propuestas concretas y que realmente impacten a la sociedad.
La reacción de los universitarios fue lógica y aceptada, cuando se presentó en la UIA el candidato priista Enrique Peña Nieto, y luego por los señalamientos que les hicieron con el fin de minimizar sus protestas.
Sin embargo, irse exclusivamente por la apertura de las televisoras (Televisa y Tvazteca) en la difusión de las campañas, podría decirse que es “demasiado ruido y pocas nueces”.
En una colaboración anterior señalé que los futuros votantes salieron a las calles.
Sí, será bueno que todos los que ahora se manifiestan realmente cobren conciencia y acudan a las urnas el próximo 1 de julio.
Pero también sería bueno que su movimiento se consolide, porque es muy limitado seguir con manifestaciones, marchas o videos en demanda, única y exclusivamente, por la apertura informativa de las televisoras y estar en contra de uno sólo de los candidatos, sin cuestionar a los otros, que tampoco han logrado convencer, permear, del todo entre la población, y tampoco al actual gobierno federal se le reclama la política económica, de seguridad o educativa que aplica en el país.
