El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) le hizo la tarea a la empresa, al entregarle de forma directa productos específicos de muestreo o investigación, y con ello contribuyó -relativamente- a la expansión en territorio nacional de la cadena de autoservicio.
Cualquier empresa tiene que asignar personal (que le significa tiempo y dinero), para buscar y consultar la información que genera el Inegi, como los Censos (de vivienda y económicos), la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) o el Directorio de Unidades Económicas (Denue), sólo por mencionar algunos productos, y de ahí hacer cualquier tipo de cruce de datos para alcanzar su objetivo.
Pues toda esa búsqueda, tiempo y dinero se lo ahorró Walmart (fiel a su política del ahorro), sólo extendió “la mano” para que Inegi le entregue directamente la información que desee.
El 10 de noviembre de 2010, el Inegi y Walmart de México firmaron un convenio de colaboración, mediante el cual el primero proporcionará a la empresa privada “información nueva y de calidad como el Directorio de Unidades Económicas (DENUE), para que realicen investigaciones de mercado con el objetivo de colocar nuevos establecimientos comerciales”, (sic) según consta en el comunicado de prensa número 356/10.
Mientras que la cadena de tiendas se comprometió a proveer al Inegi de “información para Encuestas y Censos, así como directorios actualizados de sus establecimientos afiliados”.
La fima del convenio estuvo a cargo del director general de Vinculación Estratégica del Inegi, Alberto Ortega, y de Raúl Argüelles, vicepresidente Senior de Asuntos Corporativos de la compañía.
En esa ocasión, el ejecutivo de Walmart México señaló: “La información estadística y geográfica que el INEGI proveerá a Walmart de México y Centroamérica, nos permitirá llevar de una manera mucho más productiva nuestra oferta de valor a un mayor número de comunidades en el país y con ello generar mayor empleo e inversión local. Actualmente nuestra presencia alcanza 265 ciudades. Estamos seguros que la firma de este convenio ayudará a nuestro crecimiento en el país”, (sic).
Hasta ahí lo señalado en el comunicado, que en su momento se envió a los medios de información hace 18 meses.
Si bien Inegi no transgredió ninguna ley ni trastocó sus principios, es claro que facilitó el camino a la firma estadounidense.
Tampoco la empresa incurrió en alguna ilegalidad al solicitar dicha información
En esa ocasión, le pregunté directamente a un funcionario del Inegi sobre cuál sería el beneficio para el Instituto al proporcionar información específica; si Walmart retribuiría de alguna forma al Instituto por ello, es decir si pagaría por el servicio o si quizás podría haber algún beneficio para el personal del instituto.
“Ningún pago ni beneficio dará Walmart, que no sea la de facilitar datos para que podamos levantar censos y encuestas”, fue la respuesta que me dio la persona del Inegi.
Y así, sin mayores trámites, Walmart pudo hacerse del mapeo de todo el territorio nacional, de la información más diversa y detallada de los más de dos mil 461 municipios que hay en el país; sobre la población, niveles socioeconómicos, sobre gasto e ingreso de familias, sabe hasta la ubicación de sus competidores; conoce en cuál colonia o población está la más pequeña miscelánea, recaudería o tienda de electrodomésticos, o en cuál pequeño poblado se comercia aún a la usanza tradicional (digamos Cuetzalan), y que le puede significar una “oportunidad” para instalarse.
Es de suponerse que ya el análisis o cruce de datos lo realiza personal de la firma estadounidense para alcanzar sus objetivos, pero la obtención de información primaria, la básica como son mapeo, encuestas, censos o directorios le facilitan el trabajo.
Es cierto que mucha de esa información está disponible de forma gratuita en el portal del Inegi, cualquier persona tiene acceso a ella; también hay otra información que se puede comprar. ya sea en CD o impresa.
Sin embargo, llama la atención que el convenio signado entre Inegi y Walmart en el año de 2010 no figura entre los 84 convenios que tiene el Instituto con igual número de universidades (públicas o privadas), asociaciones, centros de investigación o dependencias e instituciones públicas, desde el 12 de junio de 1993 hasta el 10 de enero de 2011, según consta en su página de Internet en el apartado de “Instrumentos jurídicos”.
Además, de esos 84 convenios sólo hay dos con organismos privados, uno el de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (15 de marzo de 2010), y el otro con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (26 de marzo de 2010),
No hay ningún otro con una empresa paraestatal o privada.
¿Por qué no existe un convenio similar con la ANTAD, con Comercial Mexicana, o con Chedraui?
¿A esas empresas no se les ha ocurrido aprovechar mejor al Inegi?
¿No han solicitado un acuerdo o el Inegi no se los ha ofrecido?
No cabe duda que la información es poder.
¡Vaya que Walmart le ha sacado provecho al trabajo de Inegi!, un instituto público, autónomo, que opera con presupuesto público, es decir con el dinero que recauda el gobierno vía impuestos de todos los mexicanos.
