Mientras, resurgen señalamientos que varias tiendas se instalaron contra todo y pese a todo, que depredaron el comercio e incluso afectaron a sus habitantes como en Zacapoaxtla o la que pretende abrir en Cuetzalan.
Sin embargo, la cadena de tiendas estadounidense cuenta con fervientes apoyadores en… México. Hubiera valido más que guardara silencio el presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez, en lugar de salir a defender a la empresa y decir que es “muy apreciada” en el país y gran generadora de empleos.
Desde hace tiempo han sido varias las observaciones sobre Wal-Mart, como malos pagos a proveedores, depredación del comercio, jornadas laborales, quejas de construcción, aplicación de outsourcing, y muchas cosas más.
Tal ha sido el apoyo del gobierno mexicano hacia la empresa que le autorizó operar su propio banco, algo que ni siquiera ha logrado en su país de origen, precisamente por la competencia desleal y falta de condiciones de regulación y seguridad que se generarían si funciona una ventanilla bancaria en una tienda de autoservicio.
En tanto, la expansión en Puebla de estas tiendas de autoservicio, se dio precisamente en los últimos diez años,
Por ejemplo, está la tienda Aurrerá en Zacapoaxtla, en la sierra norte del estado.
Una zona indígena, donde sus habitantes durante siglos vivieron de comerciar lo que producen.
La llegada de la tienda modificó la actividad de la región; acabó con decenas de comerciantes y también de productores, algunos con artículos de la propia región o naturales y que fueron sustituidos por los industrializados.
La repercusión no sólo fue en el ámbito comercial, sino también en la cultura alimenticia y general de la población.
Situación similar puede ocurrir si continúa el plan de construir una tienda en el municipio de Cuetzalan (declarado “Pueblo Mágico”); claro que la tienda no estará en el centro de la población.
Pero no sólo en este tipo de municipios se altera la actividad comercial, sino también en ciudades como Puebla, donde el modelo de “Aurrerá Express” pretende competir con las tiendas OXXO, y se enclava en zonas inimaginables de la ciudad.
Las tiendas de autoservicio o de conveniencia depredan el comercio; pequeños y medianos establecimientos son afectados, no sólo las misceláneas sino también los papelerías, perfumerías, de artículos de limpieza, por ejemplo.
No pretendo argumentar que municipios o zonas urbanas sean “cercados” o marginados de cierto tipo de negocios, o limitar la oferta de bienes y servicios a la población, sino que esta actividad se realice en los mejor términos tanto para comerciantes, proveedores, como para consumidores. Ello beneficiaría mejor a la economía.
El apoyo o protección a Wal-Mart en México ha existido en todos los niveles de gobierno.
Po ejemplo, hace años se mandó a la “congeladora” en la Cámara de Diputados en San Lázaro una iniciativa en materia comercial, la cual proponía combatir y evitar las prácticas depredadoras en el comercio, que los micro, pequeños y medianos no fueran objeto de competencia desleal.
A lo más que se ha llegado, es la ley emitida por el gobierno del Distrito Federal (hace poco más de un año) la cual fijó un radio para que puedan ubicarse tiendas de autoservicio o de ‘conveniencia’, así evitar el daño a pequeños establecimientos, pero, sobre todo, a los mercados populares o públicos.
Wal-Mart perdió un recurso de amparo contra la ley; y la ANTAD (Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales) criticó al gobierno de Marcelo Ebrard, porque atentaba contra la libertad de empresa y de comercio.
Si continúa la investigación sobre corrupción de Wal-Mart en México, y si salen a relucir algunos nombres de personas vinculadas al gobierno, es casi seguro que la mayoría -si no es que todos- ahora sean exfuncionarios.
Por lo tanto, ya no se les puede hacer ninguna imputación, mucho menos comprobar si recibieron una cantidad de dinero, así que todo quedaría en un mero señalamiento, y en México como si nada.
Seis mil pesos por oír a Michael Porter
El próximo viernes estará en Puebla, Michel Porter, autor e impulsor de la estrategia y la competitividad, su presencia obedece al programa “Sintonía” que organizó la Upaep, el cual desde febrero incluyó talleres, conferencias y capacitación a empresarios sobre competitividad.
Todo el paquete de “Sintonía” costó 6 mil pesos por persona; si sólo se deseaba participar el viernes 27 de abril al taller y Conferencia Magistral de Porter el pago fue de 3 mil pesos; y de 1,500 pesos si sólo estaba interesado en la conferencia del prestigiado especialista y catedrático de la Universidad de Harvard.
Además habrá un almuerzo sólo para 300 personas y una cena para 200 personas, en ambos estará Porter, y sólo tendrán acceso los directivos o representantes de las principales empresas de Puebla y directivos de la universidad.
Este programa de Sintonía apenas empieza, si es que los empresarios están realmente interesados y comprometidos en mejorar las condiciones del sector productivo poblano.
Es decir, lo aprendido durante las sesiones de capacitación y conferencias deberán ponerlo en práctica y que la misma Universidad le dé seguimiento, para crear conciencia y ampliar la visión de actuales o futuros empresarios para que sean capaces de desarrollar estrategias de negocios.
