Nos recuerda Sara Sefchovich en su artículo dominical que estudiosos sobre nuestro país, han reiterado en que “el problema de México es su liderazgo político” .
Lo retomo por los análisis de diversos expertos que afirman que el gobierno de este sexenio, ha logrado un gobierno fallido. Sustentan su afirmación en que “hay una ausencia de mecanismos efectivos de resolución de conflictos, una total impunidad, no existe respeto a las leyes ni a nuestras autoridades, hay un desempeño económico deficiente y, en un sentido amplio, todo se ha derivado de la crisis de seguridad que vivimos y a la enorme falta de oportunidades que nos caracteriza y que se traduce en pobreza y desigualdad” (Genaro Góngora Pimentel.- Cuáles son las prioridades en nuestro país.- 26/III/2012).
Todos y todas lo hemos sentido. Nadie puede hablar de que el gobierno actual haya sentado las bases de un Estado eficaz.
Y por si algo nos faltara, 19 estados de la República (40%) del territorio nacional, están siendo afectados por la peor sequía –dicen que no se presentaba desde 1941- con tendencia a empeorar por la total desatención desde el gobierno a las políticas agrícolas en todo México.
Y los medios de comunicación televisivos todas las noches nos están documentando este gravísimo problema desde la Sierra Tarahumara y presentan imágenes de sufrimiento… de desesperanza…de una total pobreza en los hombres y mujeres de esa región.
Cómo deseo creer que su objetivo es para hacer visible este problema y ayudar -que se ha logrado sin duda- La sociedad de todo el país se ha movido para apoyar. Sin embargo, no dejo de pensar en esa estrategia de uso de nuestras emociones y de distracción que en muchas ocasiones han conducido justamente para desviar la atención. Porque ¿acaso la situación de injusticia que se presenta en la sierra de Chihuahua es reciente? La exclusión de las y los indígenas en México ha sido histórica y no solo de los que habitan en la Sierra Tarahumara ¿Qué acaso muchos habitantes de otros muchos pueblos indígenas no presentan las mismas condiciones?
La extrema pobreza en la que viven les ha provocado muchas muertes por hambre, las más de las veces en la absoluta indiferencia e ignorándola.
Tal vez por eso pienso en que pareciera que el objetivo es desviar la atención, y qué mejor hacerlo moviendo nuestras emociones y sentimientos a favor de los indígenas.
Desviar la atención por ejemplo de esa “dolorosa pero necesaria guerra” en contra del crimen organizado, que también ha provocado miles de muertes por sangre.
O por motivos electorales ¡claro! Ya que los gobiernos del “cambio” no lograron encontrar las herramientas para solucionar de manera integral los problemas de México; y los han incrementado.
O para creer que no nos damos cuenta de que no lograron comprender las prioridades del pueblo mexicano –como lo señala el Ministro en retiro Dr. Góngora Pimentel- es evidente que su política social ha resultado tan fallida como su gobierno.
O incluso desviar la atención del mismísimo proceso electoral que tenemos en puerta, inmerso en un simulacro de legalidad y de “vocación democrática”
Hoy en México hay dos formas de morir: por hambre y por sangre.
Por eso importante estudiar cada una de las propuestas, muy especialmente aquellas con las que pretendan revertir esa pobreza extrema, esa falta de oportunidades, esas desigualdades; para responsablemente elegir.
Y si “el problema de México es su liderazgo político” está en nuestras manos definir a quien ostente ese liderazgo político los próximos seis años, ya que se trata también, de nuestro derecho a vivir con dignidad.
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