Invandido por el discurso de la no discriminación, la igualdad, el respeto, la fraternidad, la tolerancia, la transparencia, la pluralidad, la congruencia, la libertad, la felicidad y la verdadera legalidad, fundamentos de la República Amorosa que presentó en Puebla Andrés Manuel López Obrador como precandidato de las izquierdas, Porfirio Muñoz Ledo exoneró al ahora denominado “camarada Bartlett” del llamado fraude electoral de 1988.
“El se comprometió esa noche a no dar datos hasta que no estuvieran perfectamente confirmados. ¿Qué sucedió? Pues que los gobernadores dejaron de enviar información porque no la tenían y entonces la negociación la hicieron por fuera.
-¿Entonces Bartlett no fue responsable?
-No porque aquello fue un fraude postelectoral.
La República Amorosa no solo unió a Bartlett y Muñoz Ledo sino también al ex mandatario estatal y al entonces primer edil de Puebla emanado de las filas de Acción Nacional, Gabriel Hinojosa, hasta ahora identificados como acérrimos enemigos.
La presentación del proyecto también llamó la atención del ex consejero estatal electoral, Enrique Ramírez Valderde; del ex secretario del Medio Ambiente, Francisco Castillo Montemayor; y del actual delegado de la Profeco, Bernardo Hinojosa Polo.
Todos escucharon atentos la convocatoria de López Obrador para crear un código del bien, una constitución moral, que será la base de los valores personales, cívicos y sociales que deben de afirmarse y promoverse en los distintos espacios de la vida pública para lograr la transformación del país que pretende gobernadar.
Afirmó que en esencia se trata de poner en la agenda nacional los conceptos del amor, la honestidad, la justicia, la austeridad, la verdad, la dignidad, la no violencia y la diversidad para una convivencia futura sustentada en el amor, para hacer el bien y alcanzar la verdadera felicidad.
Los respobsles de esa tarea son Alfredo López Austin, Laura Esquivel, Gabriel Vargas, Raquel Serur, Hugo Gutiérrez Vega, Enrique Dussel, Manuel Pérez Rocha, Emma Laura Manjarrez, Julio Glockner, Ernesto Lammoglia, Pedro Mendoza, Pío Bautista Ruiz, Honorio Alcántara, Luisa Cortés y José Luis Marín.
Los preceptos de amor y respeto que se pregonaron por más de dos horas en el teatro La Paz, López Obrador los olvidó al concluir su discurso e ignorar la petición de representantes de medios de comunicación locales para obtener algunas impresiones sobre el perfil de algunos precandidatos que pretenden acompañarlo en campaña.