1.- Las campañas políticas presidenciales han perdido su sabor tercermundista. Aquél escenario donde los candidatos se regalaban para la vista de todos, e incluso cambiaban impresiones, bromeando, tuteando a todo el mundo, y en la intimidad desarrollaban ideas con los dueños del capital (industriales, mediáticos, financieros, agroindustriales, e inversores), han desaparecido para siempre, toda vez que la contemporaneidad no regala el tiempo.
1.1.- Como consecuencia de lo anterior la visita debidamente protocolizada de Peña Nieto, se hizo bajo los objetivos gerenciales obligados:
O.G.1.- Estar presente con el priismo duro militante y activista, alentando a los simpatizantes del tricolor, para ratificar bajo sus ojos el objetivo toral: Recuperar el Poder Ejecutivo Federal para acabar con la guerra disfrazada de lucha anti delictiva, y relanzar a nuestra Patria al desarrollo evolutivo bajo el cual caminábamos antes de que el anti republicano Ernesto Zedillo Ponce de León, influenciado por su pobreza ideológica entregara por convenios con los E.E. U.U., la banda presidencial al simpatiquísimo ranchero de Guanajuato.
O.G.2.- Mostrar su estado de ánimo, ante la campaña dirigida desde la presidencia de la República, tendiente a denostarlo: ¿Servirá de algo? conocer los nombres de tres autores de libros, ante la existencia de 52 millones de míseros mexicanos, de los cuales piden limosna o buscan alimentos en los botes de basura 23 de ellos. ¿Es útil conocer? el precio del kilo de la tortilla, ante el desabasto de millones de toneladas de maíz, frijol, leche, trigo, carne de todos los tipos y frutas, engendrado por la grotesca conducta administrativa de la secretaría de agricultura, donde por falta de inversiones del panismo pagamos con el petróleo la comida a la cual pocos tenemos acceso. ¿Tiene importancia saber? cómo presidente de la República conocer el salario mínimo, ante el dictado de políticas públicas para crear empleos dignos y bien pagados útiles para crear un mercado interno.
O.G.3.- Ejercitarse en la organización masiva para establecer comunicación con los cuerpos horizontales (campesinos, obreros, clases medias populares, educadores, y propietarios pequeños y medianos de corte nacionalista).
2.- Cualquier presidente de seccional, regidor, síndico, alcalde, ex secretario o subsecretario de estado, e incluso simples funcionarios administrativos (ahora expulsados de sus empleos), sueñan con ser candidatos a diputaciones o senadurías, auto argumentando “que el partido se las debe” por lo mucho que trabajaron en el gobierno marinista. Confundiendo los trabajos partidarios no remunerados con los retribuidos a veces hasta en forma excesiva con altos sueldos, prebendas y una que otra ganancia proveniente de actos de corrupción.
3.- En este recibimiento estuvieron todos y cada uno de los grupos de poder partidario que hasta la fecha existen, incluyendo a buen número de traidores, infieles, desleales y desertores, los cuales han sido hasta ahora pagados con un denario o dos, siendo que soñaban cobrar los treinta denarios obligados.
4.- Mario Plutarco Marín Torres, fue el más ovacionado de nuestros actuales líderes partidarios, solamente los pendejos o los incultos que jamás han leído ni leerán a Platón, a Montesquiau, a Duverger, a Ortega y Gasset, a Guillermo Prieto, al Dr. Mora, y a últimas fechas a Huntington, entenderán que el ejercicio del poder es transitorio en las democracias electorales como la mexicana, donde le otorgamos sexenal o trianualmente el poder al presidente, a los gobernadores, y a los alcaldes, y que una vez terminado su mandato que ejercieron como reyes, también son expulsados del mando partidario por su sucesor. Marín Torres no tuvo sucesión. Luego entonces mientras no surja un líder de las bases bajo nuevas formas democráticas internas priistas, seguirá ejerciendo el mando en forma franca y abierta o disimulada.
