
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que en el país se estima que operan en la informalidad alrededor de 20% de las casas de empeño, que en estas fechas tienen un aumento en sus actividades de préstamos prendario de más de 10%.
Bernardo Altamirano, titular del organismo, dijo que de acuerdo con información de INEGI, en México operan a la fecha 6 mil establecimientos entre casas de empeño e instituciones de asistencia privada, que atienden a 15 millones de usuarios cada año.
A pesar de ello, las casas de empeño informales han aprovechado la estacionalidad de los requerimientos financieros de las familias mexicanas.
“En esta temporada el monto promedio de recursos solicitados es de mil 500 pesos, que son usados por las familias para enfrentar diferentes compromisos presupuestarios y financieros”, dijo el directivo.
Luis Pazos, titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), comentó que las casas de empeño que operan en la informalidad llegan a cobrar hasta un mil por ciento de interés sobre la cantidad que se presta al consumidor.
En el sector formal, Pazos comentó que las tasas de interés llegan a más de 100% en algunos casos.
El funcionario confió en que la competencia entre las empresas, en base en la oferta y demanda de los servicios prendarios, propicien una baja en las tasas de interés.
“En la casas de empeño hay diversas tasas. Y hay diferencias, que nosotros hemos detectado de hasta el 80% entre lo que le dan a una persona por una prenda y lo que le dan en otra casa de empeño.
“Hay casas de empeño, por ejemplo, que tienen una tasa de interés del 113%, ¿es alta? Sí es alta en relación al crédito personal, quizá en relación a una tarjeta de crédito, pero nosotros hemos detectado en el sector informal que hay tasas de interés de más de mil por ciento”, dijo Pazos.
Durante el evento la Profeco, Condusef y diversas representaciones del sector de casas de empeño firmaron un acuerdo de corresponsabilidad y confianza para evitar abusos por parte de los proveedores de dichos servicios.