El gobierno mexicano dejó a la industria mexicana sin protección alguna. Los sectores textil, vestido, calzado, juguetes, acero, transporte, dispositivos médicos, entre varios más, a partir de hoy se la juegan solos dentro y fuera de territorio nacional por la eliminación de 204 fracciones arancelarias a la importación por parte de México.
Ahora el sentimiento hacia los productos chinos es totalmente contrario a la curiosidad y asombro que generaron hace casi cuatro siglos cuando llegó la Nao China.
Si entonces los textiles, cerámica y demás artículos chinos llamaban la atención, ahora igual lo hacen por el precio, que en su mayoría son prácticas dumping y que resultará difícil comprobar por parte de la industria mexicana.
Hace casi 40 años México y China formalizaron sus relaciones político-económicas. En el gobierno de Luis Echeverría Alvarez se firmaron los primeros acuerdos de la nueva etapa, y desde entonces México nunca aprovechó realmente la relación bilateral, sobre todo cuando los asiáticos demandaban casi todo tipo de productos ante las notables carencias que tenían.
El tiempo pasó y China se convirtió en el gigante que a todos atrae y, también, atemoriza, por su capacidad económica.
En materia de textiles, por ejemplo, en el primer semestre de este año la Cámara Nacional del ramo estimó que la evasión fiscal por introducción de productos subvaluados a México sumó 2 mil 500 millones de pesos, un aumento del 60 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, lo que significa comercio desleal.
Hace unos días, la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin) llegó a un acuerdo con las autoridades aduaneras para que se inspeccione y valore la mercancía china que pretende entrar a territorio nacional, y ahí mismo se realicen pruebas para determinar si el valor declarado de la prenda es real o se está ante un caso de dumping.
La tarea no será nada fácil, pues industriales e inspectores aduanales tendrán que contar con personal capacitado y todos los elementos técnicos para demostrar que se está ante un caso de subvaluación.
Al tiempo que se enfrentarán las quejas de exportadores e importadores chinos, que está visto ya se la saben de todas-todas para comerciar.
El Departamento de Comercio Exterior del gobierno chino anunció recientemente que ante la contracción de la demanda en Estados Unidos y Europa por la crisis, reorientará su sus exportaciones hacia los países en vías de desarrollo.
Ahora México jugará un papel fundamental para los asiáticos, su poder comercial se dejará sentir a partir de este lunes.
Si ya era notoria la presencia de productos procedentes del gigante asiático, legales e ilegales, con precios muy bajos, la inundación será inevitable.
El próximo año será difícil para México, se dejarán sentir los efectos de la crisis mundial.
El crecimiento económico será bajo, habrá poca generación de empleo y hay que sumarle ahora la situación adversa que enfrentarán los 14 ramos industriales por la competencia china.
La industria mexicana tendrá que demostrar su capacidad de respuesta, si realmente se preparó para competir dentro y fuera del territorio o si sólo estaba a expensas de los aranceles.