Se puede comer de todo, pero sin excesos. Los especialistas recomiendan moderación durante las celebraciones navideñas, en especial a aquellos enfermos crónicos con patologías relacionadas con la alimentación, tales como la diabetes, la hipertensión y las cardiopatías.
Detrás de los villancicos, las reuniones y las fiestas acechan los peligros de una época dada a los excesos. Así, los empachos y las intoxicaciones etílicas son habituales en las celebraciones navideñas.
Los enfermos crónicos deben tener especial cautela en Navidad, sobre todo aquellos que sufren enfermedades relacionadas con la alimentación, tales como diabetes, hipertensión o problemas cardiacos.
“Lo fundamental es evitar los excesos en lo que a cantidad se refiere y controlar mucho el consumo de alcohol”, indica Salvador Tranche, secretario de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Si se cumplen estas recomendaciones, “no hay ningún alimento prohibido”, asegura. De este modo, “un diabético puede comer turrón pero tiene que tomar poca cantidad y renunciar a otros hidratos de carbono porque ya los ha ingerido en el turrón”, explica el médico.
“Lo que hacemos, cada vez con más frecuencia, es negociar con los pacientes pues ya no sirve de nada decirles que no coman un alimento concreto o que no abusen de otro”, apunta el doctor Tranche. “La recomendación es que se puede comer de todo, pero en una cantidad moderada”, añade.
El facultativo comenta que algunos pacientes acuden a la consulta a principios de diciembre para conocer sus niveles de colesterol y ver cuánto pueden comer durante las fiestas. Esos mismos pacientes suelen regresar a finales de enero para someterse al mismo examen y comprobar si se han pasado demasiado.
Pero esta conducta entraña sus riesgos pues, según afirma el experto, “un consumo moderado es, en general, saludable mientras que un consumo excesivo puede acarrear muchos problemas”.
Las comidas de empresa, las cenas con los amigos y las celebraciones familiares suponen pasar casi un mes “comiendo de una manera absolutamente desproporcionada”, afirma Tranche. En estas circunstancias, el médico recomienda controlarse en cuanto a la cantidad de comida y evitar una ingesta excesiva de alcohol.
No obstante, quienes hayan hecho caso omiso de estos consejos y se hayan extralimitado deben suspender el consumo de alcohol, hacer una dieta ligera durante algunos días y acompañarla con un poco de ejercicio físico. Dormir durante siete u ocho horas y recuperar los horarios habituales de las comidas son otras de las indicaciones del facultativo.
(Con información de EFE)