“Cambio”, “cambio”, “cambio”, fue la expresión reiterada entre los trabajadores de la Volkswagen que acudieron a votar para la renovación de la dirigencia sindical de la armadora alemana, lo que anticipó el fin de la era de Víctor Jaimes Cervantes como líder del gremio de la trasnacional.
Los candidatos al cargo fueron Víctor Jaime Cervantes, quien buscó reelegirse a través de la planilla denominada Poder Sindical; Libertad Sindical, de Jesús Ruiz Romero; Nueva Hera Sindical, de Antonio Flores Trejo; Vanguardia Obrera, de Ricardo Domínguez Cevada; Alianza Obrera-Unión Sindical, de José Francisco Ramos Celis; Unión y Fuerza, de Félix Bonilla Márquez Voz, Victoria Obrera Sindical y Teodoro Román Corona; Sindicalismo Obrero, de Ángel Amaro Hernández; y la planilla Fuerza Obrera, de Mario Pinto Martínez. Según lo expresaron los propios trabajadores las tendencias en el sufragio favorecían a las dos últimas planillas.
Si las tendencias se mantienen Jaime Cervantes dejará el cargo sin el empoderamiento que lograron anteriores líderes sindicales a quienes el puesto incluso les sirvió de plataforma para incursionar en la política, siendo el caso más significativo el de José Luis Rodríguez Salazar quien se colocó como regidor de la administración municipal de Enrique Doger Guerrero aunque posteriormente esto le fue cobrado en las urnas sindicales, pues su beneficio particular provocó descontento y aumentó las dudas de malos manejos financieros del sindicato.
El mayor enfado de los trabajadores de la firma alemana en contra del Víctor Jaimes Cervantes se dio por dos puntos específicos: el trato déspota y el incumplimiento en la rendición de cuentas de las cuotas sindicales.
Y es que hace cuatro años luego que venció en un 2 a 1 al entonces líder del gremio José Luís Rodríguez Salazar, Jaime Cervantes aseguró que investigaría las finanzas del sindicato al no descartar que hubiera anomalías, sin embargo los resultados de tal investigación – si realmente se realizó- nunca se dio a conocer a la base obrera.
Al tomar el cargo en sus manos afirmó que no cesaría en esta nueva lucha, “porque ya basta, han sido cuatro años de no tener una revisión contractual buena (…) fue un poco difícil pero estoy contento aquí está la respuesta de la gente, siempre lo dije, el poder de convocatoria que nosotros tenemos, la gente confía en nosotros y esto sienta un presente pues ni José Luís en su reelección logró los votos que nosotros logramos, fue una victoria aplastante”. Cuatro años después ahora él está en el banquillo de los acusados.
Otro punto que afectó al líder del gremio fue la pérdida de la inversión por 800 millones de dólares para construir una planta de motores de última generación en el Puerto Interior que terminó en Guanajuato. La empresa responsabilizó de la decisión directamente al sindicato al considerar que su encono no abonó a tener una ventaja para que el capital se quedara aquí.
A ello se suma que en 2009 se perdieron mil plazas eventuales por las bajas ventas que registró la armadora en 2008 debido a la crisis económica mundial.
En cuanto a los incrementos salariales los resultados no fueron malos pues en los cuatro años se obtuvo un aumento global de 22.19 por ciento.
En 2008 el incremento fue de 6.6 por ciento. En 2009 tras estallar una huelga aparentemente pactada con la empresa, se aceptó un incremento salarial de 3 por ciento directo al tabulador dividido en dos partes
En 2010 se obtuvo un incremento salarial de 6.09 por ciento directo al salario y 0.5 por ciento en prestaciones. En 2011 se alcanzó un acuerdo salarial de 6 por ciento, bono de útiles escolares de 661 pesos a cada trabajador y contratación de 500 plazas eventuales.
