Así que el “Buen Fin” será un negocio redondo para los bancos, pues las tarjetas de crédito serán el medio que utilicen los consumidores con medio de pago.
En México se trata de imitar lo que ocurre en Estados Unidos después del Día de Acción de Gracias, cuando el viernes todas las tiendas aplican descuentos considerables a toda su mercancía y que realmente son una ganga para los consumidores desde electrónicos, electrodomésticos, ropa, accesorios, y demás.
El objetivo es alentar el consumo, que se mueva el mercado interno y ahora se aprovecha el puente de la Revolución (20 de noviembre) para que desde el viernes 18 hasta el lunes 21 varios comercios en el país apliquen descuentos a sus productos.
Agencias automotrices, tiendas de departamentales, tiendas de autoservicios, hoteles, restaurantes, tiendas de ropa, perfumerías, tiendas de electrónicos y electrodomésticos, mueblerías, entre otras aplicarán descuentos en sus mercancías.
Aunque faltó una mejor planeación de dicha actividad, además que la campaña de promoción no fue lo más intensa que se necesitaba para que fuera mas amplia y clara entre la población.
La iniciativa partió de sector privado, principalmente de los comerciantes quienes finalmente consiguieron que la federación los apoyara mediante la liberación adelantada del 30 por ciento del aguinaldo a sus empleados, y con ello resultará que es un programa “subsidio” para el sector privado.
Las empresas en el país no adelantaron parte de aguinaldo o pago de algunas prestaciones anuales a los trabajadores para que pudieran aprovechar las ofertas de este próximo fin de semana.
Si bien es cierto que no era obligación del sector privado adelantar los pagos, también lo es que de alguna forma había que respaldar el consumo de sus trabajadores que a la vez son sus propios consumidores, y porque no todos cuentan con tarjeta de crédito.
Por ejemplo, dirigentes de la CTM dijeron a esta reportera que ninguna empresa de sus afiliadas adelantó pago alguno. A nivel nacional son 5 millones de trabajadores miembros de esta central obrera, de los que 500 empresas y 158 sindicatos corresponden solamente a Puebla.
Entre las empresas afiliadas a la CTM la cadena Wal-Mart y varias tiendas departamentales, por ejemplo, y que son las que participarán en el Buen Fin de descuentos pero que no adelantaron aguinaldos a sus trabajadores.
Esta misma situación de dio en la central obrera CROC y en los sindicatos independientes.
Los gobiernos estatales tampoco adelantaron pago de prestaciones a los burócratas.
Así que el único recurso que tienen los posibles consumidores es: la tarjeta de crédito.
El CAT de las tarjetas clásicas, por ejemplo, va desde el 17.5% de Banorte hasta el 88.33% de BanCoopel.
Hay otras como Bancomer que entre las clásicas va desde el 34.4% hasta el 72.78%; HSBC 44.93%; Banamex con la Teletón 32.05, La Verde 51.47%, o la Clásica internacional Banamex con 45.96%.
El “Buen Fin” es una medida positiva, puede mover el mercado interno y dependerá de qué tan atractivas sean las ofertas de los comerciantes y prestadores de servicios durante estos cuatro días; el tipo de mercancía a la que le apliquen los descuentos.
Dependerá realmente de los consumidores saber utilizar el plástico, porque entre el porcentaje de descuento más el atractivo de “X meses sin intereses” el próximo año deberán enfrentar la realidad, y valorar si realmente aprovecharon una oferta o ésta última se la comieron los intereses.
Lo cual repercutirá negativamente en el bolsillo de cada familia, pues su poder de compra se verá más limitado al tener que cubrir deudas de hasta el 88.33%, en medio de una economía que apenas crecerá el 3.0% el próximo año.