El 18 de julio de 2007 en este espacio esta reportera señaló respecto a la Célula: “Ya se una puso una primera piedra y pude quedar como la única, pues no hay una empresa ancla que permita desarrollar a su alrededor o en forma conjunta una zona industrial perfectamente planeada y diseñada. A la postre quedará como un simple sueño y dinero de los poblanos tirado a la basura…”
“(…) Lo cierto es que se ubicó una zona que requerirá más que un desarrollo intermodal. Hasta el momento no se ha hablado, ni por equivocación, de un plan integral de desarrollo para la región.”
Hasta ahí parte de lo publicado hace cuatro años.
El resultado ya lo sabemos los poblanos: Una construcción abandonada y en deterioro.
Pero ese no es el único problema, sino también la Universidad Tecnológica de Oriental (UTO) que se creó con carreras ex profeso para las actividades que supuestamente se realizarían en la Célula, y ante el fracaso la institución educativa tuvo que modificar el tipo de carreras que ofrece a los jóvenes, pero que de todos modos tienen que trasladarse a la zona de Puebla o a Veracruz para realizar sus prácticas profesionales en la industria.
Algunas de las carreras sí responden a las características de la región Libres-Oriental, como energías renovables, agroforestal o desarrollo de negocios, sin embargo otras como Mantenimiento Industrial y Operaciones Comerciales (clasificación arancelaria y despacho aduanal) van relacionadas con empresas que casi no existen en esa zona sino en Tehuacán, en Puebla o incluso en Veracruz, de ahí que los jóvenes deban trasladarse para sus prácticas y estadías profesionales.
La UTO realiza un esfuerzo por ofrecer una educación de calidad a los alumnos, y se refleja en el nivel que tienen los egresados, así como en los vínculos establecidos con empresas importantes.
El reto de la institución es atraer a los jóvenes de la región, evitar que se vayan a otros planteles, y que la mayoría de sus egresados realmente puedan desarrollarse en esa zona, para darle un impulso con nuevos negocios productivos o prestación de servicios.
Es cierto que no hay que echarle dinero bueno al malo. Y por lo visto no hay prisa de la actual administración gubernamental de darle un uso a la estructura de la Célula.
Y es que ¿para qué sirve esa instalación tal como está ahora?
¿Sólo se podría rematar como terreno para ver quién la ocupa?
Lo que sí es cierto es que la zona Libres-Oriental, al igual que otras del estado, requiere de un apoyo concreto y una planeación a largo plazo para que se desarrolle de forma efectiva