Con una estrepitosa derrota electoral a cuestas, priistas poblanos pretenden resurgir de las cenizas, como el ave fénix, a partir del destape oficial del aspirante presidencial Enrique Peña Nieto a pesar de haber entregado el Gobierno del Estado, la mayoría de municipios y el control del Poder Legislativo a la oposición.
“Sí quiero ser Presidente de México, sí aspiro a ser el candidato de mi partido, sí aspiro a participar en la contienda electoral del próximo año y sí aspiro a ser el Presidente de los mexicanos”.
Eso bastó para que los aspirantes poblanos a ocupar una curul en el Congreso de la Unión echen toda la carne al asador para presionar y obtener la ansiada nominación aunque los resultados de sus actuales o anteriores cargos hayan sido pésimos, o incluso estén todavía en el ojo del huracán por las anomalías detectadas durante su paso en la pasada administración pública.
Lo mismo filtran comentarios y fotografías a medios de comunicación de sus encuentros con figuras del priismo nacional, sobre todo con Peña Nieto o el actual gobernador de Estado de México, Eruviel Ávila Villegas; que sondeos de opinión de empresas de dudosa calidad y credibilidad, incluso, consienten la publicación de las mismas a manera de publicidad pagada sobre todo en revistas quincenales que circulan al interior del estado, corriendo el riesgo de caer en campaña anticipada.
Blanca Alcalá Ruiz, ex alcaldesa de Puebla; Enrique Doger Guerrero, ex edil y actual diputado local; Alberto Jiménez Merino, ex secretario de Desarrollo Rural y actual legislador federal; Jorge Juraidini Rumilla, actual diputado federal; Javier López Zavala, ex candidato al gobierno de Puebla; Adrián Víctor Hugo Islas, actual diputado local; Fernando Morales Martínez, legislador federal y dirigente estatal de la CNOP; Juan Carlos Lastiri, actual dirigente estatal del PRI y diputado federal; Alejandro Armenta Mier, ex dirigente estatal del tricolor; Oscar Aguilar González, actual legislador; Leobardo Soto Martínez, diputado federal y dirigente local de la CTM, más lo que se apunten, aspiran a llegar al Senado.
En tanto que por el Partido Verde Ecologista, aliado del PRI, ha dicho que quiere ser candidato al senado el actual dirigente estatal y diputado federal, Juan Carlos Natale López.
Aunque el ex mandatario estatal Mario Marín Torres fue obligado a retirarse de la contienda, por la inconveniencia que representaba su pésima reputación para el priismo, exigió posiciones para que sus más cercanos colaboradores puedan obtener impunidad a través de una diputación federal. En la lista están Valentín Meses Rojas, que fue vocero y el último secretario de Gobernación; Darío Carmona García, que estuvo al frente de la secretaría de Educación Pública; y Javier García Ramírez, ex secretario de Obras Públicas.
A ese grupo se suma por lo menos una docena de diputados locales que quieren saltar a las grandes ligas y en la lucha interna por las candidaturas el coordinador de la bancada de ese partido político en el Congreso de Puebla, José Luis Márquez Martínez, ha advertido que si hay marinistas que garanticen el triunfo, categoría en la que se le ubica, “ni el partido ni nadie deberá cerrarles las puertas a la contienda de 2012”.
La batalla no será fácil, el propio Peña Nieto lo advirtió al oficializar su aspiración presidencial y admitir la desventaja de encabezar las encuestas de preferencia electoral. “Estoy consciente y, a medida que nos acerquemos a la elección presidencial, habrán de arreciar las campañas sucias, las campañas de descalificación, las campañas de lodo, las campañas negras”.
El vaticinio parece cumplirse en Puebla más temprano que tarde. El presidente de la Comisión Inspectora del Congreso, el panista Mario Riestra Piña, ha solicitado al Órgano de Fiscalización Superior información de las dependencias y organismos públicos descentralizados de la administración marinista para iniciar el análisis y actuar en consecuencia.
“No hay plazo que no se cumpla. Ningún funcionario ha sido exonerado, ningún funcionario tiene un cheque en blanco, todas esas cuentas públicas las habremos de analizar a profundidad”.
En tanto que el dirigente estatal de ese partido, Juan Carlos Mondragón Quintana, reiteró que está vigente castigar los excesos del ex gobernador Marín pues Acción Nacional no olvida sus promesas de campaña.
Advirtió que si no han actuado hasta ahora es porque no quieren ser “una llamarada de petate como el caso Jorge Hank Rhon”, por eso hay lentitud en las denuncias y la ejecución de sanciones.
En ese sentido, sostuvo que su partido mantiene en pie el compromiso de sus legisladores para sancionar los excesos e irregularidades del ex mandatario estatal pero que necesitan pruebas contundentes para actuar en consecuencia.
“No queremos que nos pase como el caso Hank Rhon, se hizo una detención con bombo y platillo y los jueces determinaron falta de pruebas en una situación que a todas luces era irregular”.
Hay que recordar que en el arranque de su precampaña el aspirante presidencial y ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, arremetió contra “el PRI de ahora” al advertir que le preocupan actitudes como “la inmoralidad de Mario Marín, el autoritarismo de Ulises Ruiz y la irresponsabilidad de Humberto Moreira”.