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México 2011: Colosio

Roma como imperio lega a los cuerpos dominantes del mundo antiguo y contemporáneo diversas enseñanzas.  Todas ellas encaminadas a reproducir el modo romano de vivir, fuese aplicable o no lo fuese.

Una de ellas consistía en educar en Roma y a la romana a los hijos de los conductores de tribus, pueblos y naciones sometidos al vasallaje por la guerra o relacionados con el imperio por tratados. Al cabo de una década o más, los jóvenes rehenes, volvían a sus lugares de origen deseando aplicar cuando les fuese otorgado el mando, lo aprendido en una sociedad diferente a la suya.

Los EE.UU., desde hace décadas practican estos actos de manipulación ideológica en forma de becas disfrazadas de apoyos para los países periféricos que orbitan a su alrededor.

Sus grandes centros educativos: Harvard, Yale, Columbia, se encargan de adoctrinar en Ciencias Sociales y Humanidades a “nuestros líderes”.  El Instituto Tecnológico de Massachusetts, conocido también como el MIT, lo hacen en cuestiones de tecnología, y decenas de institutos, becan a la latinidad juvenil contaminándolos con los modos y formas de comportamiento imperiales.

Salinas de Gortari montado sobre una casta política priista amaestrada para obedecer, lanzó al galope a la economía nacional por el sendero del capitalismo salvaje bajo un Tratado de Libre Comercio que hasta ahora a más de diez años después no ha hecho más que llevar al país a la miseria.

Naturalmente que estas medidas dizque reformadoras no hubiesen sido aplicadas sin el consentimiento del Partido Acción Nacional, de los capitalistas nacionales y de otros simples presta nombres de compañías gringas en México.

Gracias al T.L.C., pésimamente implementado, la no clasificada industria familiar, la micro, la pequeña y mediana empresa extintas por carecer el gobierno mexicano de una estrategia ad doc, fueron arrojados millones de trabajadores y de cientos de miles de pequeños propietarios a un mar de angustias por la falta de empleo, alimentación, el pago de renta y los modestos gastos educativos de los hijos estudiantes de escuelas públicas.  Y aún más las empresas sociales fueron malbaratadas en contubernio con algunos capitalistas nacionales.  Ahí en ese Tsunami social aparece Colosio como candidato del PRI a la Presidencia de la República.

Protegido y amigo de Carlos Salinas, este, espera de su impulsado tributos verbales que lo enaltezcan  semejante a Juárez o a Lázaro Cárdenas, para que cual moderno Santa Ana, pueda (si lo desea) volver al poder máximo de nuestro país.  Con este reconocimiento van incluidas las grandes ofertas de negocios y de ayuntamiento económico con el país del norte que usa a la guerra como una forma económica de prosperidad para su pueblo.

Desafortunadamente para el señor presidente Salinas, el candidato Luis Donaldo al recorrer el país, se encuentra con la miseria lacerante de millones de mexicanos y se da cuenta que las reformas Salinistas:

a).- De desmantelamiento de las instituciones del Estado Benefactor.

b).- El impulso externo al libre comercio en forma indiscriminada, basado en economías asimétricas.

c).- Las facilidades internas para impulsar al capitalismo salvaje desregulando brutalmente la normatividad que ampara a todos los intereses sociales.

d).- La entrega de nuestro patrimonio de política internacional a los EE.UU.

e).- Nuestra adhesión incondicional a la política guerrerista de Washington.

No ¿son, no eran? las medidas que anhela el pueblo mexicano.

Colosio en campaña empieza a comprometerse con el pueblo bajo, con todas las clases medias y lanza guiños con sus pronunciamientos a los capitalistas nacionales para que se agrupen, se organicen y en México hagan negocios con fuerza de trabajo mexicana, cuyas ganancias se queden entre nosotros, en bancos mexicanos, con altas y medianas gerencias nacionales y trabajadores de nuestra raza.

Su discurso (de discurriré, pensare) es emotivo y hasta cariñoso, lo que lo hace ligero, pero esencial para el lector de números como lo eran todos los Salinistas.

Alguien o varios leyeron acuciosamente el mensaje que al final era de gran simpleza: Existían dos Méxicos: Por un lado, la sumisión e incondicionalidad de los gobernantes de diversos partidos (no todos) hacia una reforma económica, no social, no ideológica, hacia lo que marquen los intereses mundiales estadounidenses, naturalmente complicitados con algunos capitalistas supuestamente nacionales.

Por la otra las tesis nacionales enarboladas por Colosio en sus discursos: El Nacimiento de una tercera vía dentro del desarrollo capitalista internacional.

¿Quién ganó, quién tuvo la razón?.


 

Contéstelo Usted asumiendo su personal responsabilidad histórica.

Lo que sí es cierto, es que a Luis Donaldo, el joven oriundo de una aldea llamada: Magdalena de Kino, se le olvidó la frase maestra del judío inglés que fundó el Imperio Victoriano.  Decía el judío inglés Disraeli: “Nadie tiene derecho a ser como es, hasta que es”.

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