Tan caro está el metro cuadrado en el parque industrial Ciudad Textil (CT), ubicado en Huejotzingo, que la empresa de autopartes Lupini Targhe, de capital italiano preferirá comprar un terreno propiedad del gobierno y fuera de CT para ampliarse.
Y es que dicha fábrica de capital italiano desde hace cinco años ya opera en esa zona, pero ahora necesita ampliarse para abastecer a diversas armadoras en el país, pero el precio que le fijan los terrenos de CT está fuera de mercado.
Según se dice el metro cuadrado está arriba de los 500 pesos, lo que resulta inaccesible para los posibles compradores.
Melquiades Morales cuando fue gobernador (1999-2005) entregó con la figura de “donación onerosa” a los textileros más de 60 hectáreas en el municipio de Huejotzingo, en las inmediaciones del aeropuerto, con tal de que ahí se reubicaran las fábricas que están en la zona urbana de Puebla y se contara con un parque industrial especializado.
De inmediato se apuntó una treintena de textileros para adquirir los predios, se integró un fideicomiso y las primeras escrituras se entregaron por ahí de 2001.
A cargo de los industriales quedó la construcción de toda la infraestructura: avenidas, banquetas y guarniciones, introducción de drenaje y agua, instalación de energía eléctrica y demás servicios.
Sólo unas cuantas textileras empezaron a operar a mediados de la década pasada, se culminó la urbanización del parque y la escrituración correspondiente, pero y no se instalaron más fábricas textiles.
Mientras se agudizó la crisis de la industria, que llevó a la pérdida de mercados, el cierre de fábricas y pérdida de empleo.
Esto fue el pretexto para que los dueños optaran por retener los predios sin ocuparlos y alguno más ponerlos en venta.
En suma, después de 12 años sólo operan 12 fábricas, la vocación del citado parque se ha modificado, pues algunas son de los sectores de autopartes y médico, además el parque ya es totalmente privado.
Pero la semana pasada, los integrantes de la Asociación de Empresarios del parque industrial presumieron la próxima operación de cuatro empresas, como si la labor de atracción la hubieran realizado ellos y no el gobierno del estado.
Si bien es cierto que debe consultarse con el gobierno el tipo de industria que puede ubicarse en la zona, lo cierto es que cualquier operación de compra-venta debe efectuarse directamente con los dueños, es decir los industriales textileros, ellos son quienes fijan el precio por metro cuadrado.
Con todo, ahora los textileros reprochan al gobierno que no lleguen inversiones a CT, porque “no promueve su parque”.
Hay empresas que quieren invertir, pero los dueños de Ciudad Textil no las dejan porque después de todo quieren seguir especulando con los terrenos, ahí está el caso de la firma italiana Lupini Targhe que prefiere un terreno afuera de CT para crecer, esto le resultaría más barato que ampliar sus instalaciones dentro del parque precisamente por el elevado precio que le piden por el terreno.
¿Por qué quieren que el gobierno promueva un predio que es propiedad privada?
Algunos de los textileros también son empresarios del sector inmobiliario pues entonces que ellos sean los corredores de sus terrenos, total que el precio lo fijan ellos, y por lo visto no pretenden mover el precio ni un centavo.
¿No desean algo más?