Las decepcionantes cifras económicas en Estados Unidos, que indican un débil panorama de crecimiento, eventualmente se traducirán en una demanda externa menos vigorosa para las exportaciones mexicanas; en tanto, internamente, la demanda doméstica sigue rezagada, indicó Ezequiel Aguirre, economista para América Latina de Bank of America.
En este sentido, comentó que se mantienen los riesgos a la baja para las estimaciones de crecimiento económico. Recientemente Bank of America recortó la proyección para el crecimiento del PIB 2012 a 4%, debido a estos factores de desaceleración.
Por su parte, el Banco de México (Banxico) recortó también sus proyecciones de crecimiento para 2011 y 2012 en días previos.
“Aunque estas revisiones a los pronósticos implican que la brecha productiva se está cerrando lentamente, y por lo tanto no se esperan en el corto plazo presiones por el lado de la demanda, aún se espera que la actividad crezca por encima de su potencial este año y el siguiente”, agregó el especialista.
En un documento de análisis, Aguirre señaló que el rezago de la economía mantendrá a la inflación subyacente bajo control. Sin embargo, los altos precios de los alimentos procesados, principalmente la tortilla y el pan, siguen representando presiones al alza para la inflación subyacente.
En julio, el índice subyacente de mercancías escaló 0.07% mes contra mes, reflejando que el avance de los precios alimentarios está siendo compensado por los menores precios de mercancías no alimenticias a raíz de las guerras de precios entre minoristas.
En tanto, los precios de los servicios avanzaron 0.35% mes contra mes, principalmente impulsados por el alza en los precios del turismo.
Sin embargo, la inflación anual de servicios cayó a 2.10% del 2.19% registrado en junio.
“Seguimos creyendo que la inflación de los servicios seguirá bajo control, de cara a una demanda doméstica que sigue débil. Además, una desaceleración en la actividad de Estados Unidos significaría un ritmo menor al esperado para el cierre de la brecha productiva en México, retrasando la llegada de las presiones inflacionarias del lado de la demanda”, expuso Aguirre.
Por su parte, la inflación no subyacente comenzó a presionar a la inflación general en julio, tras un desempeño benigno en el primer semestre.
El especialista de Bank Of America estimó que de continuar la temporada de lluvias, el aumento en los precios de la fruta y los vegetales podría generar un repunte de la inflación.
Las proyecciones de inflación continúan por encima de la meta de 3% del banco central.
“Sin embargo, al estar firmemente asentadas, permitirán que Banxico no tenga que ajustar su política monetaria”, pronosticó el analista.
