– Tiéndase en la camilla, hermana, que la voy a examinar -dice el médico.
La examina y le dice:
-Hermana, está usted embarazada.
-¡Quééééé! – Dice la monja y se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:
– Pero Doctor ¿qué le ha dicho usted a la hermana María?
-Verá madre superiora, fue una mentira piadosa. Como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que se le habrá quitado, ¿no?- Dice el médico.
– Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo… ¡Pero el Padre César se ha tirado del campanario!-